Juan Pablo Ramírez Madrid | viernes, 17 de marzo de 2017 h |

Las agresiones a los médicos alcanzaron su máximo histórico en 2016. El Observatorio de la Organización Médica Colegial (OMC) registró el año pasado 495 agresiones, un 37,1 por ciento más que el año anterior.

El dato es muy similar al de 2011, cuando se contabilizaron 493 casos. Desde entonces se había iniciado una tendencia descendente que ha venido a romperse con la cifra de 2016. Detrás de este repunte podrían darse una serie de factores. Entre ellos, una mayor concienciación del médico de la necesidad de comunicar o incluso de denunciar ante los tribunales de justicia estas situaciones, fruto del trabajo realizado por el observatorio desde su nacimiento en 2010. En estos siete años se han producido 2.914 agresiones.

El presidente de la OMC, Serafín Romero, apuntó también a un deterioro de la relación entre médico y paciente por el incremento de la presión asistencial, derivada de la precariedad laboral y la no sustitución de profesionales. “El entorno de la relación médico-paciente no está en su mejor momento y hace falta un Pacto por la Sanidad”, reclamó Romero.

En concreto se producen 2,02 agresiones por cada 1.000 médicos, medio punto más que el año anterior. La mayor incidencia se encuentra en Melilla con 17,61 ataques por cada 1.000 médicos, si bien es cierto que ha descendido en 11 puntos. Le sigue, Extremadura (con 4,96 casos), Ceuta (3,13), Cataluña (2,96) y Andalucía (2,68). Las cifras más bajas tienen lugar en Galicia, País Vasco, Baleares, Aragón y Canarias.

La incidencia continúa siendo superior en el género femenino. Un 58,38 por ciento de las personas agredidas eran mujeres, frente a un 41,62 por ciento de hombres. “Las mujeres siempre han sido las más agredidas, pero este año se han disparado las diferencias”, argumentó Juan Manuel Garrote, secretario general de la organización. El año pasado se produjeron 2,41 agresiones por cada 1.000 colegiados frente a 1,66 por cada 1.000 colegiados. El año anterior la distancia era menor. 1,56 en mujeres frente a 1,45 en hombres.

Delito de atentado

Las cifras se han conocido en un contexto marcado por la reforma del Código Penal que reconoce al profesional de la medicina como autoridad y la agresión como un delito de atentado. En verano se cumplirán dos años de la entrada en vigor de la modificación. Aquel texto generó una serie de polémicas. El entonces presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, mostró su malestar al ministro de Sanidad del momento, Alfonso Alonso, porque los insultos y las amenazas no eran considerados delitos y tampoco consideraba autoridad al médico que ejercía en la sanidad privada.

Lo cierto es que en este periodo ha descendido el número de lesiones provocadas por una agresión. En concreto se han situado en un 13,4 por ciento, un 28,6 por ciento menos que el año anterior. La cifra es similar al de bajas laborales que se situaron en el 16 por ciento. El repunte registrado en 2016 se debe al incremento de las amenaza y los insultos.

En cuanto al entorno en que se produce la agresión ha variado poco con respecto al año pasado. Un 87 por ciento se producen en el sector público y un 13 por ciento en el privado. No obstante y a pesar de que el Código Penal aún no lo reconoce así, Romero recordó que un juez ha sentenciado ya que la agresión a un profesional de la sanidad privada es también un delito de atentado, ya se produce también durante la prestación de un servicio público.

Niveles asistenciales

Dentro de los diferentes niveles asistenciales es el médico de primaria el que sufre un mayor número de ataques por el mayor volumen de actividad. El 55 por ciento ocurre en la puerta de entrada del Sistema Nacional de Salud. Le siguen Urgencias de Atención Primaria con el 18 por ciento, hospitales con un 17 por ciento y urgencias hospitalarias con un 10 por ciento.

La incidencia más alta se produce en urgencias de atención primaria con 2,79 casos por cada 1.000 médicos. Le siguen urgencias hospitalarias (2,2), primaria (0,98) y hospital (0,89). Romero advirtió de que las urgencias se están convirtiendo en la puerta de entrada del sistema, una tendencia que podría estar agravando la situación.

En cuanto al número de agresiones, un 68 por ciento de los agredidos se atreven a denunciarlos en el juzgado. De las 76 sentencias analizadas por el observatorio de la OMC, 56 fueron condenatorias; 16 absolutorias y en 4 se llegaron a acuerdos. 64 fueron falladas como delitos leves; 9 como delitos graves y 9 como falta.

acuerdo con interior

Un protocolo para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, recibió a la cúpula de la Organización Médica Colegial, presidida por Serafín Romero. En este encuentro, Zoido se comprometió a presentar un protocolo de actuación para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con medidas específicas, para los casos de agresiones a los profesionales sanitarios. Romero destacó la labor que realizan en la lucha contra este problema que afecta al funcionamiento del Sistema Nacional de Salud.