E.M.C. Madrid | viernes, 10 de febrero de 2017 h |

Cerca de 40 asociaciones acompañan a la Alianza General de Pacientes (AGP) en su apuesta por la calidad y la transparencia. Es la cifra de organizaciones que han incorporado, o están en proceso de hacerlo, la norma de calidad de la AGP, la CGRP-25. A través de este sello, estas implantan el Sistema de Gestión de la Calidad y la Responsabilidad Social en Organizaciones de Pacientes, un modelo diseñado a la medida de estas entidades que pone el acento en los procesos de mejora continua.

La norma, creada en 2006, está en fase de actualización, y establece un conjunto de requisitos, marcados por la AGP en consenso con las asociaciones de pacientes, que garantiza que las entidades que la aplican llevan a cabo una serie de procedimientos de manera estandarizada.

La Federación Española de Hemofilia (Fedhemo) y la Coordinadora Nacional de Artritis (Conartritis) han sido las últimas asociaciones en recibir este sello. Para sus responsables, las ventajas que aporta la implantación de la CGRP-25 son claras. Desde Fedhemo, Cristina Pérez, gerente de la asociación, destaca que en muchas ocasiones las organizaciones dilatan la implantación de certificaciones de calidad por la rigidez de los requisitos y el elevado coste económico que supone el proceso. “La ventaja que ofrece el sello de la AGP es el asesoramiento continuo durante todo el proceso, el acompañamiento para ir trabajando los requerimientos conforme a las particularidades de cada organización”, asegura. De este modo, advierte, ayudan a conseguir una implantación gradual que hace que toda la organización se familiarice con los estándares de calidad.

“Contar con la acreditación del sello de la AGP es una garantía que puede aportar cualquier organización para mostrar tanto a asociados como a financiadores la calidad y la transparencia de su trabajo”, afirma.

En la misma línea, los responsables de Conartritis destacan que aporta el respaldo de que el trabajo de la organización “es profesional y fiable” porque se realiza con un protocolo adecuado. Coinciden con Fedhemo en que así “generan más confianza” a las personas que representan, a las entidades con las que trabajan y también a la administración, lo que se traduce en “más apoyos para seguir evolucionando”.

Otra de las ventajas, admiten, es que se adopta una forma de trabajar que se aplica en el día a día y les ayuda a tener claros aspectos que antes no tenían focalizados: concretar con quien quieren trabajar, qué datos son fundamentales en el análisis de resultados de cada acción o las funciones de cada trabajador en la organización, entre otros.

“Aunque se hacía de forma interna, es fundamental contar con sellos como este que confirmen que la forma de trabajar es la adecuada”, sostienen desde Conartritis. En la misma línea, desde Fedhemo consideran que este sello constituye una “herramienta fundamental “ para quienes están comprometidos con “la mejora continua y la excelencia en los servicios a los asociados. “Trabajar para implantar el sello de la AGP demuestra un compromiso por parte de las asociaciones por asegurar la calidad y la transparencia en la sección”, remarcan.

Ambas asociaciones han trabajado en paralelo durante 2016 para implantar este sello de calidad. En Fedhemo, por ejemplo, tuvieron que realizar un proceso para ordenar y estructurar actividades y procesos que se hacían, pero sin una metodología registrada. Actualmente trabajan para sistematizar la gestión de cada departamento y establecer protocolos de trabajo documentados. Desde la federación de hemofilia, cuentan que comenzaron con el proceso en junio de 2016 y gracias al asesoramiento y supervisión de la AGP están próximos a su implantación.

En Conartritis, por ejemplo, también han tenido que adaptar ciertos protocolos de actuación. “Nos hemos dado cuenta de que muchas acciones que realizábamos daban resultado, pero no teníamos una forma de actuar concreta, lo que suponía más tiempo y recursos”, advierten. Ahora han establecido un protocolo que “facilita el trabajo y se obtienen mejores resultados”.

Una norma completa

En ambos casos se trata de su primera certificación de calidad y está a la altura de lo esperado. “Los requerimientos que desarrolla esta metodología afectan a todos los procesos de una organización, lo que hace que sea muy completa y permite a cada organización profundizar en aquellos para los que necesita mayores exigencias”, tal y como advierten desde Fedhemo.

Como contrapunto a estas incorporaciones recientes, la trayectoria en el campo certificación de calidad de AFA Castellón, cuyo presidente, Emilio Marmaneu, entregó los primeros sellos de calidad a diferentes organizaciones durante su etapa como presidente de la AGP, es bien distinta.

Tal y como explica Marmaneu, esta asociación cuenta con varios sellos de calidad como el EFQM +300, la norma UNE-EN-ISO 9001, la UNE 158002, que emana de la Ley de Dependencia, el sello de la AGP y una norma autonómica que funcionó durante varios años pero que la crisis se llevó por delante al organismo certificador, por lo que no ha podido renovarse.

El responsable de AFA Castellón, que cuenta en su equipo con un responsable de calidad desde hace años, coincide en que este tipo de normas refuerzan la transparencia que es, en su opinión, una importante carencia de las ONG. “Cumplir con unas normas de calidad te obliga a ello, a hacer las cosas bien. Demuestra esa transparencia de cara a los propios asociados y ante la población en general”, corrobora.

No obstante, Emilio Marmaneu, que participó en su día como responsable de la AGP y de Ceafa en la gestación de la CGRP-25, subraya que quizá sea el momento de revisarla y de dar un paso más para aumentar las exigencias a las entidades. De conseguir mejorarla, prosigue, “y que exija mejores atenciones y calidad en el funcionamiento de las organizaciones de pacientes”. “Son muchos años de trabajo y sería bueno plantear una revisión. Es un buen momento para ello”, concluye.


Coinciden en que este distintivo refuerza la transparencia de cara a sus socios y hacia el exterior



El sello garantiza que las entidades que la aplican llevan a cabo los procesos de manera estandarizada