GM Madrid | miércoles, 30 de octubre de 2019 h |

La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) denuncia los problemas a los que se enfrentan los pacientes con cáncer de hígado a la hora de acceder al tratamiento eficaz de su enfermedad y reclama que se les conceda el mismo interés que a los que padecen otros tipos de tumores.

Así lo asegura el presidente de la AEEH y director de la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, Raúl Andrade. “Es una mala noticia que, a pesar de la unanimidad de las agencias reguladoras y de las guías de las diferentes sociedades científicas, los pacientes con cáncer de hígado en España no tengan acceso a innovaciones terapéuticas que podrían prolongar su supervivencia”, afirma.

El carcinoma hepatocelular (CHC) es la cuarta causa de muerte debida al cáncer y el séptimo tumor más frecuente en todo el mundo. “En España se calcula que se diagnostican unos 6.000 casos al año”, explica Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra y presidente de la Asociación Internacional de Cáncer de Hígado (ILCA).

“Es un tumor que surge fundamentalmente en pacientes con enfermedades hepáticas crónicas, sobre todo debido a la infección por los virus de la hepatitis B y C, cirrosis o hígado graso ligado al síndrome metabólico”, apunta este experto en carcinoma hepatocelular.

Según Sangro, la mayor parte de los casos se diagnostican en estadios intermedios y avanzados, donde los pacientes necesitan tratamiento farmacológico. “Pese a que se conoce la población de riesgo y existen métodos de cribado eficaces, no se han establecido programas formales de cribado poblacional”, se lamenta el presidente de la ILCA.

Desde 2007, los pacientes con cáncer de hígado avanzado cuentan con un tratamiento, sorafenib, que prolonga de forma consistente la supervivencia de los pacientes. Hasta ahora no había ninguna alternativa para aquellos pacientes en los que el fármaco no es eficaz o no lo toleran bien.

No obstante, en los dos últimos años se ha demostrado la efectividad de otros tres fármacos para el cáncer de hígado (regorafenib, cabozantinib y lenvatinib) que han sido aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y avalados por todas las guías clínicas con altas calificaciones.

“A pesar de la evidencia científica favorable al uso de estos tres tratamientos, nos encontramos con que en España aún no están financiados y el acceso a ellos es muy complicado”, denuncia el presidente de la AEEH. “La financiación de estos fármacos significaría que nuestros pacientes con una enfermedad avanzada lograrían un incremento consistente de su esperanza de vida”, destaca Andrade.

Por este motivo, la AEEH reclama que se conceda a los pacientes con cáncer de hígado la misma prioridad y el mismo interés que a los que padecen otros tipos de tumores y que no tienen obstáculos administrativos para acceder a las innovaciones terapéuticas.

Inequidad en las CC. AA.

Andrade subraya que esta situación se ha visto agravada por una notificación del Ministerio de Sanidad en el que advierte a las CC. AA de la imposibilidad de prescribir medicamentos cuya financiación haya sido expresamente denegada por la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos y Productos Sanitarios.

El acceso de los pacientes con cáncer de hígado a los nuevos fármacos depende, en muchos casos, del uso compasivo, “cuya autorización descansa en la discrecionalidad de cada centro hospitalario”, recalca el presidente de la AEEH, lo que redunda en una gran inequidad no solo entre las diferentes comunidades autónomas, sino incluso dentro de ellas.

Beneficios “tangibles e incuestionables” de los nuevos medicamentos

Como señala Bruno Sangro, uno de los mayores expertos internacionales en cáncer de hígado, “el resultado tangible e incuestionable es que, comparando con la evolución natural de la enfermedad, la supervivencia de los pacientes en estadio avanzado se ha duplicado o triplicado cuando se pueden administrar los nuevos fármacos secuencialmente”. Y añade: “No es razonable que los pacientes que tienen un seguro sanitario privado puedan recibirlos y aquellos que se tratan en el Sistema Nacional de Salud no puedan”.

Además, este experto reconoce que se están investigando nuevas líneas de tratamiento muy prometedoras, como la inmunoterapia “que ofrece un beneficio amplio en un porcentaje aún pequeño de pacientes”. El principal reto al que se enfrentan los profesionales de la medicina, en opinión de Sangro, es identificar mejor los pacientes que se benefician más de cada tipo de terapia “para hacer el tratamiento más adecuado en cada caso”, concluye.