Esther Martín del Campo Madrid | miércoles, 17 de abril de 2019 h |

La Red TerCel del Instituto de Salud Carlos III, la Agencia del Medicamento y los organismos de investigación han marcado el camino que se ha de seguir en un futuro: participar en la producción de conocimiento que va a dar lugar a licencias, propias o ajenas, compartiendo trayectoria, esfuerzo investigador y también el producto final.

Es la visión de Fernando Carballo, presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas (Facme), que en una jornada sobre buenas prácticas en terapia celular celebrada en el Ministerio de Sanidad ha defendido que “si queremos dejar de ser un Sistema Nacional de Salud que decida a partir de la evaluación qué medicamento deben o no se incluidos y no queremos tener gran dependencia de las multinacionales” el camino a seguir es este.

Carballo hizo hincapié en que la regulación es más un aprendizaje, de ahí que abogara por “acompañar y facilitar la creación de vías de regulación que, con todas las garantías, permitan dar una mayor agilidad a lo propio con respecto a lo ajeno”. No en vano, según su parecer estamos en condiciones de garantizar que “lo que sale de esta red no va a requerir esa triple lupa que tenemos que aplicar necesariamente cuando los productos no proceden de los organismos públicos”.

Por su parte, la directora del Instituto de Salud Carlos III, Raquel Yoti, recordó que la terapia celular tiene un enorme impacto económico y posee un gran valor industrial. “Queda camino por recorrer y tenemos que ver cómo la inversión pública en esta investigación revierte en la propia sostenibilidad del sistema. Hay camino por recorrer desde el punto de vista regulatorio para garantizar la colaboración público privada”, declaró.

Desde la Alianza General de Pacientes, su secretaria general, Natacha Bolaños, subrayó que es preciso incorporar la visión del colectivo para aportar una perspectiva diferente y nuevas dimensiones a la definición de valor tanto en el diseño de los ensayos como en la recogida de resultados. Bolaños expuso la participación de los pacientes en el plan de acceso a terapias CAR-T, donde ha podido observar “un proceso completo y muy complejo para decidir cómo deben llegar a los pacientes” con seguridad.