Sandra Pulido Madrid | viernes, 16 de marzo de 2018 h |

El congreso anual celebrado por la Sociedad Europea de Tumores Neuroendocrinos (15th Annual ENETS Conference) dejó importantes avances en ensayos, quimioterápicos nuevos, inmunoterapia y terapias diana en tumores neuroendocrinos (TNE).

Para Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid, el principal mensaje que hay en esta especialidad “es que cada vez conocemos más la biología molecular y que aprovechamos esos conocimientos para tratar a los pacientes”.

Los tumores neuroendocrinos son cánceres poco frecuentes, situándose su incidencia entre cinco y seis casos por cada 100.000 habitantes en España, que suelen aparecer en personas jóvenes de entre 30 y 50 años.

Dada la amplia variedad existente entre los TNE, el tratamiento multidisciplinar es aún más relevante.

“El fármaco más activo que tenemos en tumores neuroendocrinos es el centro en el que te trates. Tenemos ya datos que nos dicen que la experiencia del centro está directamente correlacionada con la supervivencia global de los pacientes. El abordaje multidisciplinar en equipos con experiencia es clave a la hora del tratamiento”, resalta el oncólogo.

Así, Grande pone como modelo a seguir a nuestro vecino europeo. “En Francia solamente se pueden tratar este tipo de patologías en 28 centros en todo el país por ley. Esto es un dato importante que deberíamos aprender. De tal forma que la única manera de ganar experiencia es concentrando esa experiencia para tener mejores médicos. Eso repercutirá en mejor atención a los pacientes”, añade el especialista.

Ensayos en marcha

El Grupo Español de Tumores Neuroendocrinos (Grupo GETNE) está llevando a cabo ahora mismo cinco ensayos clínicos.

“De estos estudios tenemos dos en fase 3. Uno de los cuales, que si todo sale bien, pueden dar la aprobación de un fármaco a nivel mundial para el tratamiento de estos pacientes”, continúa Enrique Grande.

“Se trata de axitinib (Inlyta, Pfizer) un inhibidor de la tirosina quinasa que se administra de manera oral y que lo que hace es impedir la formación de vasos sanguíneos, de tal manera que corta el suministro de oxígeno y nutrientes a estos tumores” .

El estudio “consiste en dar análogos de somatostatina frente a análogos de somatostatina+axitinib. El objetivo principal del estudio es ver cuanto podemos retrasar el desarrollo del tumor”, subraya Grande.

El jefe de servicio de la MD Anderson incide en que tiene “muchas esperanzas” en que la combinación de axitinib con el análogo sea superior al análogo solo.

“Este es un estudio que empezó en fase 2 en España pero las buenas sensaciones ha hecho que ampliemos el estudio a otros países de Europa. Se convierte, así, en un estudio en fase 3. Si los resultados son los que esperamos nos darán la aprobación de este fármaco en esta indicación”.

Tumores heterogéneos

Los TNE afectan a las glándulas o aparatos del sistema neuroendocrino (hipófisis, tiroides, glándulas adrenales y un 10 por ciento del páncreas) y a las células del sistema endocrino en general (localizadas sobre todo en el tracto gastrointestinal y en el tracto respiratorio).

Al tener su origen primario en diversas localizaciones del organismo cada paciente tiene un comportamiento muy diferente, lo que varía el pronóstico, así como la agresividad del cáncer según su grado de diferenciación histológica y si el tumor produce hormonas o no.

Actualmente los tratamientos se basan “en los análogos de la somatostatina. Tenemos también terapias dirigidas ya aprobadas en España como los radionúclidos que es el lutecio radioactivo. Asimismo, disponemos de agentes de quimioterapia que pueden ser utilizados dependiendo de la agresividad de las células y dependiendo del perfil del paciente”, explica Grande.

Sobre el pronóstico de los pacientes “la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), que es la que tienen la mayor base de datos en TNE , nos dice que apenas se está notando la introducción de estos fármacos. Muy probablemente porque desde que se introduce un fármaco hasta que en la práctica diaria se notan esos resultados pasa un largo periodo de tiempo. Entonces estos fármacos que se introdujeron la mayoría de ellos hace cinco años es ahora cuando se empieza a ver resultados en el incremento en la supervivencia. Pero todavía es pronto para ello”, insiste el oncólogo.

Sin embargo, “los estudios en marcha nos están diciendo que no solamente van a vivir más los pacientes sino que van a vivir mejor porque las distintas opciones de tratamiento que existen a día de doy nos van a permitir adaptar las terapias al paciente que tenemos enfrente”, puntualiza.

“La mayoría de los TNE, si exceptuamos a los pacientes que tienen tumores neuroendocrinos de intestino medio que tienen medianas de supervivencia en torno a los cinco años, el resto tiene una mediana de supervivencia en torno a los dos años. Son tumores agresivos en la inmensa mayoría de los casos”, concluye el jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid.


Abordaje multidisciplinar



La experiencia del centro está directamente correlacionada con la supervivencia global de los pacientes.



Pronóstico



“Las distintas opciones de tratamiento que existen nos van a permitir adaptar las terapias al paciente”