CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 10 de marzo de 2017 h |

Con la intención de llevar a cabo un control adecuado y detección de los factores de riesgo cardiovascular (CV) antes, durante y después de los tratamientos antitumorales, cuatro sociedades científicas: oncología médica (SEOM), radioterapia (SEOR), cardiología (SEC), y hematología y hemoterapia (SEHH) han firmado un documento de consenso.

Como explican Ana Santaballa, jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Universitari i Politècnic la Fe de Valencia, y Juan Antonio Virizuela, oncólogo médico del Servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen Macarena de Sevilla y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Quirón Sagrado Corazón de Sevilla, la idea es instaurar medidas de tratamiento cardiológico de forma precoz, ya que hay evidencias de ser lo más eficaz en la prevención de la toxicidad cardiovascular. Teresa López, de la SEC, explica que la herramienta para llevarlo a cabo es la creación de equipos multidisciplinares formados por estas especialidades.

Por su parte, Ramón García, vicepresidente segundo de la SEHH, añade que en algunos centros españoles ya hay unidades de este tipo , “pero aun hay muchos centros donde no existen”, matizan los representantes de SEOM, al tiempo que inciden en que este consenso quiere concienciar de la necesidad de crear este tipo de unidades en los hospitales españoles.

Lo ideal, para comenzar a andar en esta materia, sería la formación de un comité que se reúna de forma similar a los comités de tumores donde estén incluidas todas las especialidades implicadas.

“En este momento hay pocas líneas de investigación abiertas, y por tanto, la creación de estas unidades abrirá nuevas líneas en este sentido”, aseguran Santaballa y Virizuela . En el momento actual, López precisa que en Europa y EEUU hay ya grupos de trabajo para la investigación y formación.

Los especialistas reconocen la necesidad de aumentar el conocimiento y la investigación en este campo, ahora que los tratamientos onco-hematológicos triplican el riesgo de eventos cardiovasculares a medio y largo plazo.

Pedro Lara, presidente de SEOR, también comenta que el papel que ha de desempeñar la sociedad consiste en “obtener tratamientos cada vez más precisos que permitan no sumar toxicidad”. A su juicio, la radioterapia es un “arma cardiosaludable”, al tiempo que abunda en que la ventaja del oncólogo radioterápico es que “sí se sabe hasta dónde llegan las radiaciones”. A su vez, reconoce que aún mucho camino por andar en este sentido.

Con todo, está claro que los avances en las terapias oncológicas están revolucionando el panorama, por ello, conseguir homogeneizar y monitorizar a estos pacientes es dar pasos importantes. El camino ahora está en necesario aumentar el conocimiento y la investigación en este campo, ya que “los tratamientos onco-hematológicos triplican el riesgo de eventos CV a medio y a largo plazo”, explica López.

Aunque de momento no existen datos sobre el ahorro que suponen este tipo de unidades, los expertos coinciden en que la inversión que pueda suponer su creación revertirá en la calidad de atención al paciente y será coste-eficiente para el Sistema Nacional de Salud porque ayudará a prevenir muchas de estas complicaciones.