ENRIQUE CAMPILLO Enviado Especial a París | viernes, 27 de octubre de 2017 h |

París ha acogido durante cuatro días el 33º Congreso del Comité Europeo para el Tratamiento e Investigación en Esclerosis Múltiple (Ectrims) en el que, este año también confluye el VII Congreso Ectrims-Actrims, el Comité americano de EM.

Un encuentro al que han asistido más de 9.000 personas, entre especialistas, laboratorios farmacéuticos y pacientes para conocer las últimas novedades en torno al avance, desarrollo e investigación sobre la esclerosis múltiple (EM).

En este contexto, Merck ha puesto sobre la mesa un fármaco que ya está revolucionando el panorama actual de los enfermos con esclerosis múltiple recurrente, (EMR) con alta carga de la enfermedad.

Se trata de cladribina (comercializado por Merck como Mavenclad), un fármaco, aprobado por la Comisión Europea, y que, desde septiembre, ya se comercializa en Alemania.

En España tendrá que esperar porque, a día de hoy, está en fase de negociación de precios con las autoridades sanitarias, por lo que, desde el laboratorio alemán indican que previsiblemente no estará en el mercado hasta 2018. “La investigación en los últimos años va mucho mas rápido,cada año que pasa y cada mes sabemos más”, sostenía Isabel Sánchez Magro, directora médico de Merck España, quien aseguraba que con Mavenclad “hemos tenido mucha suerte porque no es normal lanzar un producto con datos a largo plazo”.

Sánchez Magro explicaba a GM que, anteriormente, los tratamientos de esta enfermedad crónica, severa y grave, eran a través de fármacos inmunomoduladores para, precisamente modular al sistema inmune, pero no destruían los linfocitos B y T. No obstante, “ahora estamos en la fase de destruir esos linfocitos. Mavenclad consigue desestabilizar porque actúa directamente en las cadenas de ADN y al tocarlo desestabilizas, desestructuras y rompes las células. Éste fármaco actúa selectivamente en un grupo de células que son las encargadas de la inmunidad adaptativa, con lo cual no toca a la inmunidad natural y esto tiene connotaciones positivas porque esas células son las encargadas de las infecciones”, matizaba Sánchez Magro en la misma línea que Patrick Vermesch, neurólogo de la Universidad de Lille quien aseguraba que “este novedoso tratamiento puede controlar la inflamación sin que el sistema inmunológico del paciente se vea dañado”.

En cuanto a la posología, la directora médico de Merck indicaba que “es un tratamiento vía oral que haciéndolo durante dos ciclos anuales muy cortos conseguimos mantener el efecto, la seguridad y eficacia para que el paciente esté libre de brotes durante los dos años sucesivos”. Cabe destacar que el tratamiento es de cuatro años pero que el paciente sólo tomará en el primer año, 10 pastillas.Cinco en la primera semana y, pasadas cuatro semanas de esta ingesta, las otras cinco pastillas. El segundo año hará lo mismo, por lo que en total, el tratamiento son 20 pastillas.

Con Mavenclad, “la monitorización disminuye drásticamente”, sentenciaba la responsable de Merck. El paciente toma menos pastillas y tiene que enfrentarse a menos analíticas. Una al inicio del tratamiento, otra a los 2 meses, a los 6 y al inicio del segundo curso. Finalmente, una ultima de evaluación final.