Carmen m. López Madrid | viernes, 04 de enero de 2019 h |

La terapia de células T con receptores de antígenos quiméricos (CAR-T), está ofreciendo resultados no sólo en la práctica clínica, también a nivel económico. Así se desprende de un estudio presentado en la última Reunión Anual de la Asociación Americana de Hematología (ASH), que tuvo lugar en San Diego hace unas semanas.

En un contexto en que el valor real de los medicamentos se mira con lupa, los datos de este trabajo revelan que las terapias CAR-T mejoran los resultados en salud en mayor medida que otros tratamientos para cánceres no hematológicos y hematológicos. Esta mejora se combina con diferencias significativas en el coste por años de vida ajustados por calidad (AVAC).

Para elaborar este estudio, los autores analizaron las innovaciones de los últimos 20 años.

La realidad es que la terapia CAR-T está suponiendo un enfoque novedoso en oncología, sin embargo, la balanza de la sostenibilidad no ha dejado nunca de estar en el horizonte. Para avalar su coste efectividad, James Baumgardner, PhD Precision Health Economics, y su equipo diseñaron un estudio para responder a tres preguntas. ¿Cuáles son las tendencias de la última década en AVAC, y su coste incremental por AVAC para las innovaciones contra el cáncer recientemente aprobadas? ¿Cómo se diferencian las innovaciones para los cánceres hematológicos de las de otros tumores en términos de esta tendencia de valor? Y por último, ¿cómo se compara la terapia CAR-T con las innovaciones actuales?

El análisis mostró que esta terapia proporciona cinco veces mejores perspectivas en términos de años de vida ajustados por calidad que otros tratamientos dentro de la hematología.

Además, los investigadores observaron que las diferencias en el coste por AVAC entre la terapia con células CAR-T y otros tratamientos no alcanzaron significación estadística.

“En conclusión, la terapia CAR-T fue significativamente mejor en términos de calidad incremental en comparación con otros tratamientos”, afirmó el investigador principal. Sin embargo, observó que la evidencia sugiere que las CAR-T y otras intervenciones hematológicas son al menos similares en valor a los tratamientos para los cánceres no hematológicos.

Para Baumgardner la introducción de esta nueva terapia representa una ruptura importante con la tendencia que se ha visto reflejada en otros trabajos estudiados y proporciona una rentabilidad similar a otras innovaciones.

El autor principal considera para los profesionales estos resultados ofrecen otro punto de vista en cuanto al perfil de coste eficacia.

Actualmente existen dos terapias CART-T aprobadas en Estados Unidos y Europa: Kymriah (tisagenlecleucel), de Novartis; y Yescarta (axicabtagene ciloleucel), de Gilead.

Hace unas semanas Sanidad anunciaba la financiación de Kymriah en el SNS, aunque se desconoce el acuerdo alcanzado en materia de precio. En septiembre el NICE británico otorgó financiación para la terapia CAR-T de Novartis en el NHS. El precio anunciado entonces —sin contar con los descuentos acordados entre ambas partes— fue de 282.000 libras. El precio de la terapia en Estados Unidos está establecido en 373.000 dólares por paciente.

A principios de octubre Yescarta logró financiación por parte del NICE en Reino Unido con un precio anunciado de 300.000 libras por paciente sin contar descuentos. En Estados Unidos el precio de esta terapia, de la farmacéutica Gilead, es de 373.000 dólares.