Nieves Sebastián Madrid | viernes, 16 de noviembre de 2018 h |

En el marco del congreso The Liver Meeting 2018 organizado por la American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) en San Francisco (California), AbbVie ha presentado los datos del estudio Expedition-8, cuyo objetivo era medir la efectividad de Maviret (glecaprevir/pibrentasvir DCI) en pacientes con hepatitis C con cirrosis compensada no tratados previamente. El ensayo ha demostrado que la administración durante el transcurso de ocho semanas de Maviret, tratamiento pangenotípico contra la infección crónica por el virus de la hepatitis C, es de gran efectividad al lograr una respuesta virológica sostenida doce semanas después del tratamiento, según el análisis por protocolo, en todos los pacientes que han participado en el estudio.

En palabras de Robert S. Brown, Jr., profesor de Medicina de Gladys and Roland Harriman y del Weill Cornell Medical College, “las directrices actuales recomiendan una pauta pangenotípica durante doce semanas para los pacientes con hepatitis C no tratados previamente y con cirrosis compensada”, por lo que apunta que este tratamiento surgió en base a la necesidad de “investigar opciones de tratamiento más cortas, que podrían simplificar la asistencia a los pacientes con cirrosis compensada y lograr tasas elevadas de curación”.


El tratamiento ha conseguido una respuesta virológica sostenida 12 semanas después de su administración


La hepatóloga María Buti considera que estos datos son muy positivos, ya que “demuestran que es posible tratar pacientes con cirrosis hepática compensada con solo ocho semanas de tratamiento y una tasa de efectividad del 100 por cien”. La especialista agrega que la principal ventaja de la administración de este tratamiento consiste en “poder reducir el tiempo de administración”.

Eficacia y seguridad

Maviret está aprobado en España como tratamiento pangenotípico sin ribavirina de 8 semanas para pacientes con hepatitis C, sin cirrosis y que no han recibido tratamiento previo y de doce semanas para pacientes con cirrosis compensada no tratados previamente.

El estudio Expedition-8 está actualmente en curso con el objetivo de evaluar la seguridad del tratamiento en pacientes con infección crónica por alguno de los genotipos principales del VHC, no tratados previamente y con cirrosis compensada. El ensayo cuenta con dos conjuntos de pacientes: la cohorte 1 de pacientes con infección crónica por los genotipos 1, 2, 4, 5 o 6 del virus de la hepatitis C y la cohorte 2 de pacientes con infección crónica por el genotipo 3.

Janet Hammond, vicepresidenta de Desarrollo para Enfermedades Infecciosas de AbbVie, resalta que Maviret está teniendo ya un efecto significativo en las personas infectadas por el VHC. Sin embargo, añade, “sigue habiendo grupos de pacientes que podrían beneficiarse de una opción de tratamiento más corta”. Precisamente señala que es en esta línea en la que deben seguir los trabajos de investigación.


La administración de 8 semanas ayuda a simplificar la asistencia a los pacientes con cirrosis compensada


La doctora Buti también resalta que un punto que se debe tener en cuenta en las nuevas investigaciones que se desarrollen es saber si “esta alta eficacia se traslada también al genotipo 3, el más difícil de tratar y curar”. Esta hepatóloga precisa que “en base a estos datos positivos que se desprenden del estudio hasta el momento, se va a prolongar el estudio a genotipo 3 para ver si este grupo de pacientes se podría beneficiar del tratamiento a ocho semanas, lo que permitiría extrapolar las ventajas del medicamento a todos los afectados por la enfermedad”.

Respecto a este punto, no obstante, la especialista se muestra prudente y destaca que todavía “faltan datos”, que se recopilarán del estudio.

Otro de los puntos que destacan desde AbbVie es que se puede observar que no se han notificado fracasos virológicos en la cohorte 1 del estudio y ninguno de los pacientes han suspendido el tratamiento por acontecimientos adversos. Aunque si es cierto que se han registrado algunos efectos secundarios como son prurito (9,6 por ciento), cansancio (8.6 por ciento) dolor de cabeza (8.2 por ciento) y náuseas (6.4 por ciento). Según la farmacéutica, en seis casos (de los 273 sobre los que se ha realizado seguimiento) se han detectado efectos adversos, aunque en ninguno de ellos se ha relacionado su aparición con la administración del fármaco.

Respecto a la posibilidad de reactivación del virus de la hepatitis B, el especialista deberá hacer un análisis de sangre para comprobar que no haya infección, ya que al administrar Maviret podría reactivarse lo que podría ocasionar problemas hepáticos graves como fallo hepático, o el fallecimiento en el peor de los casos.

Información previa

Además de la información sobre Hepatitis B, antes de adherirse al tratamiento los pacientes deben informar al médico si tienen problemas hepáticos distintos de la infección por el virus de la hepatitis C, si tienen una infección por el VIH-1, si han recibido un trasplante de hígado o riñón o si padecen cualquier otra enfermedad. Otros de los aspectos que deben comunicarse a los profesionales sanitarios son, en el caso de las mujeres, si están embarazadas, si tienen planeado quedarse o si están en período de lactancia para que el médico ofrezca las mejores recomendaciones en cualquiera de los casos.

También es necesario que el especialista sepa si los pacientes están tomando algún otro medicamento, vitamina o suplemento para tener en cuenta las posibles interacciones.

Futuro de la hepatitis C

En el congreso The Liver Meeting 2018 organizado por la American Association for the Study of Liver Diseases se han presentado diferentes novedades sobre el tratamiento de la hepatitis C y otras patologías relacionadas con el hígado.

La doctora Buti, asistente a este encuentro, señala que en esta cita “se han anunciado datos de gran relevancia, que desvelan que los pocos pacientes en que fallan los tratamientos se pueden rescatar”. La experta agrega que también se han dado datos relevantes de cómo los distintos países van caminando hacia la eliminación del virus de la Hepatitis C. “Es importante saber que si no diagnosticamos, si no hacemos cribado es imposible eliminarlo; por ello habría que cribar a toda la población de riesgo y a todos los sujetos adultos una vez en la vida”, aseguró esta especialista.