Nieves Sebastián Madrid | viernes, 08 de marzo de 2019 h |

Las innovaciones surgidas durante los últimos años en relación con la oncología han propiciado que se plantee un cambio en los modelos de financiación con el fin de mejorar su acceso. El informe Estudio de las nuevas tendencias y políticas en la implementación de modelos flexibles de acceso en inmunooncología, impulsado por la consultora Ernst & Young y la compañía farmacéutica Bristol-Myers Squibb, trata de recopilar las principales características de los modelos flexibles de acceso a fármacos y su aplicabilidad, sobre todo en la especialidad oncológica.

A la presentación de este informe acudió el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, quien puso en cifras la incidencia del cáncer a diferentes niveles y subrayó el cambio de paradigma que ha supuesto para estos pacientes la aparición de terapias innovadoras que ayuden a mejorar la progresión de le enfermedad y su calidad de vida. En este sentido, el consejero destacó que la introducción de la innovación en el sistema va de la mano de la sostenibilidad, para lo que es necesario crear nuevos modelos que permitan financiar los tratamientos. Analizar el valor de los fármacos oncológicos en base a la evidencia clínica y los datos en vida real de los pacientes se vuelve, por tanto, fundamental, según Ruiz Escudero, quien abogó por adaptar un modelo que considera eficaz a nuestro Sistema Nacional de Salud para maximizar los beneficios sobre los pacientes.

Silvia Ondategui Parra, socia global de Life Science de EY, explicó que dentro de los modelos de riesgo compartido, en el informe se analizaron dos: los acuerdos financieros (basados en tratar de contener el gasto sin tener en cuenta las evidencias) y los de resultados (aquellos en que la eficacia es fundamental para los decisores). Los modelos de acceso flexible basados en resultados han aumentado durante los últimos años, tal y como expuso Ondategui, aunque a la hora de implementarlos señaló que hay que tener en cuenta los retos pendientes como el enfoque geográfico, las áreas de mejora o el nivel de aplicabilidad.

Aumentar la calidad de los sistemas de recogida de datos también es mandatorio, según la experta, para realizar una medición adecuada de los resultados, y que sean interpretados correctamente por los profesionales a posteriori. Ondategui concluyó resaltando la necesidad de adaptarse en cada momento, teniendo en cuenta la constante evolución de los sistemas sanitarios.


La mejora de los sistemas de recogida de datos se torna fundamental para evaluar los tratamientos oncológicos


Retos en los modelos flexibles

Ruth Vera, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica, mostró su satisfacción por haber conseguido el consenso respecto a los modelos de financiación entre todos los agentes del sistema; siguiendo este hilo afirmó que el objetivo común es ofrecer a los pacientes oncológicos la mejor solución en cada caso, por lo que opinó que no sólo hay que decidir sobre los tratamientos en clave de sostenibilidad, sino preguntando a los pacientes por los resultados que consideren más importantes a la hora de abordar su caso. Uno de los argumentos que esgrimió Miguel Ángel Calleja, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, sobre este punto fue que al adoptar estos sistemas se eliminaría la relación entre pagar más por un medicamento cuanto más novedoso sea, ya que por otra parte es en ese momento cuando menos se sabe del mismo y su eficacia.

En cuanto a la medición de resultados para evaluar las ventajas de cada terapia, Vera aludió a la necesidad de incorporar indicadores sencillos, lo que a su vez calificó como lo más difícil dentro de este modelo. Calleja incidió también sobre la necesidad de establecer este sistema a nivel nacional para evitar las inequidades entre territorios aunque también llamó la atención sobre la necesidad de fijar el valor de estas terapias en base a los resultados del tratamiento en cada indicación. Por su parte, José Soto, vocal de la Sociedad Española de Directivos de la Salud, aseguró que clínicos y gestores tienen que tener como objetivo común conseguir los mejores resultados para el paciente con los recursos disponibles.

Respecto a los registros clínicos, Vera expuso la necesidad de optimizar los sistemas de información, teniendo en cuenta que los clínicos tienen cada vez menos tiempo para cada paciente; por ello, insta a crear registros que sean fáciles de completar y ágiles al consultar.

Buenas prácticas y requisitos

Durante el acto, Silvia Ondategui concretó que el informe incluye un decálogo de propuestas para que pueda llevarse a cabo la transición hacia la adopción de modelos flexibles. Entre los puntos de esta lista se incluyen que los acuerdos se diseñen en base a resultados pero incluyendo aspectos financieros; que las variables para valorar los fármacos sean simples y consensuadas entre todos los agentes implicados; que se creen algoritmos para homogeneizar los criterios de evaluación y decisión en inmunooncología; que se genere evidencia para revisar las decisiones tomadas; que se fomente la recogida de datos de manera segura y coordinada y que se estandarice la interpretación de los datos, cumpliendo con la legislación vigente. El documento también hace referencia a que hay que tener en cuenta las características propias de cada área geográfica sin dejar de lado la equidad, así como a impulsar la puesta en común de las experiencias entre todos los agentes involucrados.


Los expertos coinciden en que la fijación de precios en base a resultados contribuiría a introducir la innovación


Mónica Ausejo, market access director en España y Portugal de BMS, puso sobre la mesa que, teniendo en cuenta la dimensión del cáncer tanto a nivel nacional como global, es importante transmitir que ya han surgido innovaciones que dan buenos resultados en inmunooncología. A este respecto aclaró que, si bien es cierto que las inversiones en esta área son muy altas, es necesario realizarlas para obtener avances.

Ausejo planteó dos puntos fundamentales para evaluar si la inversión ha sido rentable: definir el valor que se quiere alcanzar en cada supuesto y medir la incertidumbre que se podría soportar en cada caso, así como la necesidad de generar buenas políticas de gobierno que agilicen los procedimientos, consensuando los elementos necesarios para evolucionar, pero con un liderazgo firme.

También intervino en la clausura del acto Enrique Ruiz Escudero, quien resaltó la necesidad de que las administraciones estén permanentemente a la última en materia de innovación con el fin de lograr la mejor práctica asistencial posible. En este sentido también animó a mejorar la formación de los profesionales para que sea factible la aplicación de la innovación a todos los niveles.