Nieves Sebastián Chicago | viernes, 16 de noviembre de 2018 h |

La necesidad de realizar un abordaje interdisciplinar de la diabetes y sus posibles complicaciones se hace fundamental para asegurar un mejor control de la enfermedad. A esta conclusión llegaron varios expertos reunidos en una mesa redonda en el marco del AHA Congress 2018, donde abordaron el tratamiento de las dificultades que pueden aparecer en pacientes con diabetes tipo 2. En el debate participaron el cardiólogo Mikhail Kosibord, el endocrinólogo Itamar Raz, el nefrólogo George Bakris y el doctor de medicina general Peter Linn.

Bakris resaltó la necesidad de pensar en el hígado y el corazón como un matrimonio, pensar en los dos indistintamente a la hora de aplicar un tratamiento para evitar fallos en la otra parte y poder desarrollar de esta manera un tratamiento más eficiente. Kosibord, por su parte, puso el foco en la prevención de la diabetes, ya que considera que, siguiendo una serie de pautas, se podría tener a los pacientes bajo un control más exhaustivo y evitar así muchas complicaciones de esta enfermedad.

Los expertos llamaron la atención también sobre la alta incidencia de la enfermedad, destacando que, si sigue evolucionando a la velocidad actual, dentro de unos años la mitad de la población podría padecer algún tipo de diabetes. Para evitarlo, consideran necesario impulsar campañas con el objetivo de que la población sea consciente de la necesidad de adoptar hábitos de vida saludables que ayuden a evitar tanto esta como otras patologías.

Concienciación de los pacientes

Linn subrayó que cuando un paciente conoce el diagnóstico de diabetes, puede ser un momento muy duro, y que el trabajo de los especialistas debe consistir en alejar esta preocupación de sus mentes y trabajar de una manera combinada con profesionales de todas las especialidades relacionadas para atajar las complicaciones que se puedan desarrollar.

Por ello, todos coincidieron en la necesidad de desarrollar terapias que actúen sobre diferentes complicaciones al mismo tiempo, ya que ahora el problema es que cada fármaco se dirige a una diana, por lo que en el transcurso de un tratamiento pueden surgir problemas en otros órganos. Linn señaló que es consciente del gran esfuerzo que conlleva trabajar para conseguir este resultado y opinó que es fundamental que los distintos especialistas trabajen hombro con hombro para hacerlo posible.

Hacia un abordaje más preciso

El doctor Raz afirmó que uno de los grandes logros de los avances que se han producido en medicina en los últimos años, tanto en esta especialidad como en otras, está relacionado con la medicina de precisión y el uso de biomarcadores. El experto en endocrinología expuso que es de gran importancia el hecho de poder ver cuáles son los parámetros concretos en cada caso para así poder actuar sobre aquellos puntos que sean más problemáticos con el tratamiento más adecuado.

El uso de biomarcadores también puede ser útil en esta patología para monitorizar el efecto que están teniendo los medicamentos aplicados y poder modificarlos o ajustarlos en función de la evolución y las necesidades de cada paciente concreto.

Es por eso que el doctor Bakris también llamó la atención sobre la necesidad de tener la máxima información posible de cada paciente para poder centrarse en lo realmente importante: conocer sus niveles de azúcar frecuentemente e ir midiendo los beneficios del tratamiento. En este sentido el doctor Raz puso en valor la utilidad de las nuevas tecnologías y las posibilidades que ofrecen a la hora de observar diferentes parámetros en tiempo real para poder controlar la enfermedad con más precisión.

Como conclusión, todos coincidieron en que la prioridad de la industria farmacéutica respecto a la diabetes, tanto para evitar complicaciones cardiovasculares como de otra índole, consiste en dirigirse hacia la creación de un tratamiento innovador que tenga en cuenta todas las necesidades de estos pacientes de una manera más global.

Radiografía de la diabetes

425 millones de personas padecen diabetes alrededor de todo el mundo, lo que supone un ocho por ciento de la población total mundial; la diabetes tipo 2 es la que tiene una mayor incidencia, ocupando un 90 por ciento de todos los casos.

Se estima un gran aumento de esta cifra: las previsiones marcan que en 2045 habrá 645 millones de personas a nivel global; 352 millones de personas se encuentran en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la actualidad.

Alrededor de cuatro millones de personas fallecieron como consecuencia de la diabetes en 2017 y se calcula que hay más de dos millones de pacientes sin diagnosticar.

El gasto sanitario en diabetes asciende a los 727 miles de millones de euros a nivel mundial, lo que representa un 12 por ciento del gasto sanitario total en adultos.

En el caso de España, son más de tres millones de personas las que están diagnosticadas con esta enfermedad, un 10,4 por ciento de la población adulta. Se espera que aumenten los casos hasta situarse por encima de los 4 millones en 2045; en nuestro país, la diabetes generó un gasto de más de 10.000 millones de euros al sistema sanitario en 2017.