Nieves Sebastián Madrid | viernes, 22 de marzo de 2019 h |

La pelota del Brexit está sobre el tejado de Theresa May. A principios de semana, la primera ministra británica solicitaba a Europa una prórroga para el Brexit con el objetivo de evitar llegar a la fecha límite del 29 de marzo sin acuerdo. Unos días más tarde, en la cumbre celebrada en Bruselas a finales de la semana pasada, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, trasladó a May el acuerdo alcanzado por los 27 socios de la Unión Europea por el que se aprobaba esta concesión aunque sin quedar definido todavía el plazo de la moratoria.

La duración de esta prórroga depende ahora de los pasos que dé Theresa May. El primero es someter un nuevo acuerdo a votación en la Cámara de los Comunes, para evitar un divorcio abrupto; pero aquí la premier británica se encuentra con un nuevo escollo, ya que aunque había manifestado su intención de presentar el mismo acuerdo ante el parlamento británico, el presidente de la Cámara, John Bercow, exige que se elabore un nuevo documento que contenga cambios sustanciales para ser sometido a votación, y ver si así consigue el respaldo de la mayoría de los diputados. En caso de que se apruebe este nuevo acuerdo de Brexit, la UE concedería una moratoria a Reino Unido hasta el 22 de mayo, pero si vuelve a ser rechazado, se abren varias opciones.

Si May no consiguiera que se aprobase el nuevo acuerdo de Brexit, el siguiente paso sería decidir qué hacer de cara a Europa. Para ello, se le presentan dos opciones: inmiscuirse en el proceso de elecciones europeas o no hacerlo. El plazo límite de esta decisión es el 12 de abril, ya que es el último día en el que puede decidir si convocar los comicios. Si la primera ministra decide convocar elecciones para la Unión Europea, ‘Los Veintisiete’ estarían dispuestos a dilatar esta prórroga con carácter indefinido, aunque obligan a May a señalar cuál sería el objetivo de esta extensión de plazos.

En cualquier caso, esta doble oferta pone a la primera ministra británica entre la espada y la pared, a no ser que finalmente el Brexit se lleve a cabo el 12 de abril, con el caos que esto puede generar.

Por otra parte en Reino Unido cada vez suenan más alto las voces que piden la que se cancele el Brexit. La patronal y los sindicatos han pedido a May que detenga este proceso y considere el impacto que tendría la ruptura sobre las empresas y la clase trabajadora. Además, casi dos millones de personas colapsaron la web del Parlamento británico hace unos días pidiendo también que se revoque el articulo 50 del Tratado de Lisboa, en el que se contempla la salida de Reino Unido de la UE, lo que según el reglamento obliga a que esta propuesta sea considerada como objeto de debate en el Parlamento.