Marta Riesgo Madrid | viernes, 28 de octubre de 2016 h |

En los últimos años, la industria ha tenido que hacer frente a un aumento considerable de los costes para la investigación y desarrollo de nuevos fármacos. En poco más de una década la inversión realizada por las compañías farmacéuticas a nivel global en este campo aumentó en un 145 por ciento, superando ya los 2.500 millones de dólares, según las últimas estimaciones publicadas por el Tufts Center for the Study of Drug Development (CSDD)

Este aumento de la inversión ha provocado que muchas compañías tengan que buscar colaboraciones o acuerdos con instituciones para lograr avanzar en I+D. De hecho, la denominada Open Innovation parece que ha llegado al sector para quedarse, tal y como asevera un informe publicado por la patronal británica, Abpi, en el que se apunta a un aumento de un 60 por ciento de las inversiones en trabajos de I+D subcontratada o colaborativa entre 2005 y 2015. Al mismo tiempo, el informe advierte de una disminución del personal destinado a I+D de las compañías farmacéuticas. En este sentido, apunta a un descenso del 22 por ciento en términos de empleo en las compañías farmacéuticas afincadas en Reino Unido entre 2005 y 2013 (último periodo estudiado en este ámbito). Un cambio en un sector que bate récords en inversión de I+D en Reino Unido. En 2013 invirtió 4.000 millones de libras en I+D, empleando a un total de 70.000 personas en el país, según los últimos datos facilitados por la patronal británica.

Las colaboraciones entre industria, organizaciones o entidades se centran, según el estudio, en la validación de dianas, la comprension del mecanismo de la enfermedad y sus manifestaciones en resultados clínicos. El sector británico, explica el informe, “está completamente adaptado a este cambio de paradigma en lo que se refiere a la I+D de medicamentos”.

Neil Weir, presidente del grupo de innovación de la patronal británica ha asegurado que este informe “muestra un nuevo paisaje sobre la investigación y desarrollo de fármacos en Reino Unido”. En este sentido, considera que los resultados “reflejan una dinámica cambiante y un contexto más complejo, con un modelo en red que se aleja del sistema aislado de I+D adoptado por la industria farmacéutica hasta ahora”.