L. Díaz Madrid | viernes, 15 de febrero de 2019 h |

La acción de Sanofi cerró la semana con una cotización de 73,9 euros, con una pérdida del 2,8 por ciento, moviéndose en la zona superior de su rango de variación del último año. Su perfil en el último año ha sido alcista, comenzando el pasado año por debajo de los 65 euros y marcando un máximo en noviembre cuando llegó a superar los 80 euros, acumulando una ganancia cercana al 25 por ciento que lo sitúa entre los valores de la muestra con mejor evolución en este periodo. Tras dicho máximo Sanofi comenzó a ceder posiciones, estabilizándose en los niveles actuales.

Analizando un periodo más amplio se puede apreciar como Sanofi se mueve por debajo de su valor medio de los últimos cinco años. En este periodo su máximo se sitúa en agosto de 2015 cuando llegó a alcanzar los 100 euros y su mínimo en marzo del pasado año cuando llegó a retroceder por debajo de los 65 euros. Los últimos resultadosde este grupo corresponden al tercer trimestre del pasado año. Las ventas ascendieron a 9.392 millones de euros, con un crecimiento en el año del 3,7 por ciento, mientras que el resultado operativo fue de 3.018 millones de euros, con un crecimiento similar al anterior.

La división farmacéutica generó el 66 por ciento de los ingresos, con un incremento en el año del 3,2 por ciento; la de productos de consumo aportó el 12 por ciento del total, con una caída en el año del 1 por ciento; mientras que vacunas generó el 22 por ciento restante, siendo el que presentó mayor dinamismo, con un crecimiento interanual del 8 por ciento.

Al apartado de I+D se destinó en el tercer trimestre 1.451 millones de euros, con un crecimiento en el año del 8,9 por ciento, lo que representó un porcentaje sobre los ingresos del 15,5 por ciento, ratio superior al de la media del sector.

En los nueve primeros meses del año sus ventas ascendieron a 25.466 millones de euros con un descenso interanual del 3,5 por ciento, mientras que el ratio margen bruto sobre ingresos fue del 71,3 por ciento, en línea con la del ejercicio anterior. La inversión en I+D fue de 4.216 millones de euros, un 16,6 por ciento de sus ventas, mientras que el resultado operativo ascendió a 7.144 millones de euros, un 6,5 por ciento inferior al del mismo periodo del ejercicio anterior.

Por mercados, los países desarrollados generaron el 70 por ciento de los ingresos, repitiendo prácticamente la cifra del ejercicio anterior, mientras que los emergentes aportaron el 30 por ciento, con un incremento del 7,9 por ciento.

Por áreas terapéuticas, el segmento de enfermedades raras generó el 8,4 por ciento de las ventas, aumentando en el año un 7,4 por ciento; esclerosos múltiple, el 6 por ciento, con un aumento del 3,7 por ciento; oncología, el 4,3 por ciento, repitiendo la cifra del ejercicio anterior; diabetes, el 16 por ciento de los ingresos, disminuyendo un 10,4 por ciento; mientras que prescripción generó un 26,3 por ciento, bajando un 5,9 por ciento.

Para finalizar, y en relación con su posible comportamiento en bolsa los próximos meses, su perfil muestra una línea de recuperación que podría mantener a corto plazo, aunque la plusvalía acumulada en el último año podría limitar su potencial de recuperación.