El Global Madrid | miércoles, 12 de septiembre de 2018 h |

La biotecnología es un concepto con más de 100 años de antigüedad, y aunque se aplica a campos tan diferentes como la agricultura o los procesos industriales, la salud y la biomedicina son los sectores más beneficiados. Biogen celebraba una jornada este martes para hablar de algunas de las claves de esta disciplina y de las perspectivas de cara al futuro. Fue Juan Antonio Merino, jefe de sección de Neurología en el Hospital Puerta de Hierro en Majadahonda el encargado de abrir la jornada haciendo un repaso a la historia de la biotecnología en medicina y el panorama que se presenta; Merino destacó el desarrollo de varios experimentos en la actualidad en campos que llaman tanto la atención como la reducción del envejecimiento, ya que “hay unos experimentos llamados parabiosis, que consisten en mezclar sangre de ratones jóvenes y viejos que reducen significativamente los signos de envejecimiento”. Exuperio Díaz, jefe de Neurología en el Hospital La Paz y presidende de la SEN, destacó la terapia génica como uno de los grandes avances en biotecnología para la medicina aunque considera que “tiene difícil aplicación”. Aun así señaló que en este momento las principales investigaciones se dirigen hacia avanzar en nanotecnología, con tratamientos con exosomas ya aplicados en esclerosis múltiple y el ictus.

Por su parte, Fernando de Mora, profesor de Farmacología en la Universidad Autónoma de Barcelona, puso el acento en los biosimilares y en cómo su uso contribuye a mejorar la sostenibilidad del sistema y aumentar la inversión en innovación; De Mora considera que se ha de poner el foco en los pacientes, y en comprobar que los biosimilares cumplen unos criterios de eficacia y seguridad. También quiso alertar de los riesgos que comportan los biosimilares para el mercado farmacéutico, porque al introducir fármacos equivalentes a menos coste, cabe la posibilidad de que ciertas compañías quieran retirar los medicamentos que han producido.

Lucienne Costa-Frossard, miembro del servicio de Neurología del Hospital Ramón y Cajal, centró su exposición en los avances biotecnológicos en Esclerosis Múltiple y en la gran evolución que ha supuesto en el aumento de la calidad de vida de los pacientes durante los últimos 20 años. Aun así cree que se puede seguir avanzando en esta patología y cree que las asociaciones de investigadores, como el Grupo Magnims, para obtener unos resultados más robustos y útiles.

Pedro Carrascal, director de Esclerosis Múltiple España y presidente de la Plataforma Europea de Esclerosis Múltiple, cree que una de las dificultades de esta enfermedad es que es muy heterogénea y cree que hay avances como la tecnología biónica, la robótica o la inteligencia artificial que pueden contribuir enormemente al tratamiento de la EM.

Marcos Madruga, miembro de la Unidad de Neurología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen del Rocío, habló sobre la importancia del desarrollo biotecnológico en cuanto a las enfermedades raras sobre todo en la infancia. Madruga opina que una de las claves de la revolución tecnológica pasa por los conocimientos adquiridos en informática, que son fundamentales, aunque cree que la investigación debe ser apoyada por inversión pública y privada. Mencía de Lemus, presidenta de FundAME y de SMA Europe, habló sobre el caso de la Atrofia Muscular Espinal explicando que aunque es una enfermedad que no cuenta con cura, cuenta con un tratamiento que ha mejorado significativamente el estado de los pacientes y ahora quieren que se tenga al paciente en el centro de la toma de decisiones a la hora de realizar ensayos clínicos.

Cerró la jornada Michael Ehlers, vicepresidente ejecutivo y director de Investigación y Desarrollo de Biogen, que explicó el proceso de aprobación de terapias innovadoras y cómo ha crecido el número de las que se están desarrollando durante el transcurso de los últimos años.