“Pedimos que se nos escuche; una escucha activa, si puede ser”. Este es el mensaje que el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, ha querido enviar a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Una escucha no sólo a su sector, sino “a los que han liderado la política farmacéutica en el Ministerio de Sanidad en los últimos diez años”.
Y es que, desde su punto de vista, después de leer el informe sobre el gasto farmacéutico de receta en oficina de farmacia, “parecía que todos, de un partido y de otros, lo han hecho mal en estos años”. Algo que, según Sellés, no es así. Si la autoridad independiente hubiese realizado ese ejercicio de escucha, el presidente de Farmaindustria considera que se hubieran encontrado “mejores soluciones para los pacientes, y también soluciones más realistas e implementables de ahorro”.
Con respecto a las medidas concretas que propone la AIReF, Sellés considera que las subastas a nivel nacional “no son fáciles de implementar” y que podrían provocar desabastecimientos severos con graves consecuencias para los pacientes. Además, a su juicio, el concepto de equivalentes terapéuticas “es falaz”, pues, afirma, no está avalado por ninguna agencia reguladora ni por ninguna sociedad científica. “Hablamos de medicamentos, no de cualquier producto de consumo”, dice Sellés.
Por otro lado, el presidente de Farmaindustria no obvia los datos de previsión de incremento del gasto farmacéutico incluidos en el informe de la AIReF, y que apuntan a un crecimiento de entre el 1,5 y el 2 por ciento. Esto, dijo, “es muy inferior al crecimiento del PIB nominal”.
Por todo ello, y con un crecimiento del gasto “controlado”, Sellés no ve necesarias medidas que, en cambio, puedan tener un impacto negativo en los pacientes. Y es que, para el presidente de la patronal farmacéutica innovadora, la única medida que consideran necesaria para que el sistema siga siendo sostenible es el convenio adoptado con el Gobierno que vincula el gasto farmacéutico a la evolución del Producto Interior Bruto.
