El Global Madrid | miércoles, 27 de marzo de 2019 h |

Hoy en día y con acceso a un tratamiento apropiado, los pacientes con VIH pueden vivir casi tanto tiempo como la población en general. No obstante, las investigaciones revelan que tienen un riesgo más elevado de sufrir comorbilidades relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad.

“Los tratamientos antirretrovirales han evolucionado de forma muy satisfactoria en los últimos años hacia regímenes más sencillos y mejor tolerados. En este sentido, hay que destacar la importancia de la triple terapia, que ha permitido transformar la vida de los pacientes y convertir una enfermedad mortal en crónica y le ha llevado a convertirse en el standard of care desde hace dos décadas”, ha indicado Santiago Moreno, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid en la jornada “La redefinición del éxito terapéutico en el VIH: ¿Por qué y cómo?” organizada por Gilead Sciences.

La evolución de los tratamientos ha permitido una transformación de la infección y ha introducido nuevos retos en el manejo de los pacientes con el objetivo de seguir mejorando su calidad de vida y minimizar los efectos adversos derivados del tratamiento. Por ello, tanto, el tratamiento y el cuidado de los pacientes VIH debe ir más allá del control de la carga viral y prestar atención a aspectos como, la durabilidad, la elevada barrera genética, la reducción de toxicidades e interacciones, la simplicidad y la posibilidad de un inicio inmediato del tratamiento: “Es necesario ir más allá de la supresión viral e introducir nuevos conceptos que compartimos clínicos y pacientes para redefinir el éxito terapéutico y abordar mejor las nuevas necesidades médicas de los pacientes”, ha indicado Moreno.

El papel de Biktarvy en los pacientes VIH

Por su parte, Josep Maria Llibre, del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, ha valorado el papel de Biktarvy en este paradigma al que se ha referido Moreno. Biktarvy (bictegravir 50 mg/emtricitabina 200 mg/tenofovir alafenamida 25 mg; BIC/FTC/TAF) es un régimen de comprimido único diario, que contiene una nueva integrasa, bictegravir, que no necesita potenciador y que presenta un bajo perfil de interacciones medicamentosas.

Este fármaco consigue que el 90 por ciento de los pacientes alcancen supresión virológica en 8 semanas, y presenta una alta barrera genética, con 0 resistencias en todos los ensayos realizados para su aprobación. Tiene además un buen perfil de tolerabilidad, no se han asociados eventos cardiovasculares a su utilización y los pacientes han reportado una menor sintomatología neuropsiquiátrica que los tratados con DTG/ABC/3TC. Además, Biktarvy no necesita potenciador, lo que le confiere un bajo perfil de interacciones.

En este sentido, Llibre, ha indicado que “la llegada de Biktarvy facilita la decisión del prescriptor por tratarse de un fármaco con alta eficacia, alta barrera a las resistencias y un destacado perfil de seguridad en comparación con el resto de alternativas. Hablamos de un régimen de pastilla única siendo el tercer agente un nuevo inhibidor de la integrasa que no necesita potenciador y que presenta un bajo riesgo de interacciones medicamentosas, facilitando la vida de médicos y pacientes”.

Durante la presentación, Llibre ha subrayado los resultados de este medicamento, que ha sido estudiado de forma extensa y robusta, incorporando a más de 2.400 pacientes en sus ensayos clínicos e incluyendo dentro de su desarrollo a una amplia y heterogénea población. Todos los estudios de fase III que han dado lugar a su aprobación han sido publicados en la revista Lancet (GS-1489 y GS-1490 en adultos infectados por el VIH-1 que no han recibido nunca tratamiento, y los estudios GS-1844 y GS-1878 en adultos con supresión virológica).

Este medicamento es parte de un programa integral de investigación de Gilead que abarca desde la prevención y tratamiento hasta la cura. Gilead ha aportado un amplio portfolio de tratamientos en los últimos 16 años con los que ha mejorado la vida de los pacientes con VIH.