El Global Madrid | jueves, 12 de enero de 2017 h |

Aproximadamente el 50 por ciento de los ensayos clínicos realizados en España se centran en el área de oncología. De hecho, ha logrado situarse entre los seis países de Europa donde el tiempo de inicio de un ensayo clínico (desde que se presenta la documentación hasta que se recluta al primer paciente) es más breve: sólo 139 días. España se sitúa así a la cabeza de Europa que forman Alemania, Bélgica, Francia, Italia y Hungría, según datos del Proyecto BEST.

Estos datos se han puesto de manifiesto una jornada de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores europea (IMI) celebrada este jueves en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en la que ha participado, entre otros, Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, que ha sido una de las entidades organizadoras del evento junto con el propio CNIO, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Centro para el Desarrollo Económico e Industrial (CDTI) y la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), entre otras.

En su intervención, Urzay ha recordado que la industria farmacéutica innovadora invirtió 1.004 millones de euros en proyectos de investigación y desarrollo durante 2015, de los que el 40 por ciento se destina a ensayos clínicos e investigación básica en colaboración con centros de investigación y hospitales de toda España, así como de tres grupos cooperativos de investigación clínica independiente en el ámbito de la oncología.

“Al mismo tiempo, más de 50 compañías farmacéuticas, nacionales y multinacionales, llevan a cabo actividades de investigación en España y forman parte de la Plataforma Tecnológica Española de Medicamentos Innovadores, desarrollando programas de ámbito estatal para poner en marcha nuevos ensayos clínicos y establecer vías de colaboración con compañías biotecnológicas startup, con excelentes resultados”, ha añadido Urzay.

El subdirector de Farmaindustria ha destacado, además, los esfuerzos del sector farmacéutico innovador en España de cara a reducir los plazos para la puesta en marcha de ensayos clínicos, mejorar las tasas de reclutamiento de pacientes y, gracias a la excelencia de los profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud, “mantener a España como uno de los mejores países del mundo para desarrollar investigación clínica”, ha puntualizado.

A su juicio, la iniciativa europea IMI constituye “una oportunidad para consolidar este liderazgo, no sólo por los recursos económicos, sino porque permite reforzar la colaboración entre todos los agentes implicados (industria, autoridades sanitarias, reguladores, asociaciones de pacientes, universidad y hospitales).