CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 21 de septiembre de 2018 h |

La oncología y la medicina de precisión están más próximas que nunca. A día de hoy no es posible hablar de la una sin la otra. Este “cambio de paradigma” —del que todo el mundo habla— se ha convertido en el foco de atención de un sector que está expectante por las nuevas posibilidades de la investigación.

Josep Tabernero, presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), abordó durante la VII Edición de los Premios ECO, los retos de futuro y las oportunidades en la oncología médica europea.

Hasta hace unos años, el conocimiento de las células era limitado. Sin embargo, la auténtica revolución, a juicio del presidente de ESMO, ha sido entender los mecanismos de las células y su capacidad de crecer y reproducirse así como de trasladarse hasta hacer la metástasis. “Esto ha dado una oportunidad a muchos tratamientos”, aseguró.

Asimismo, desde el primer proyecto genoma humano, en 2003, los cambios se han ido sucediendo. “Al principio solo queríamos saber la estructura del genoma; más tarde entender la biología del genoma (2004-2010) para posteriormente entender la biología de la enfermedad”, explicó Tabernero. Ahora, la investigación se está centrando en cómo trasladar todo este conocimiento a la ciencia de la medicina y a la eficiencia de la población. “Es un esfuerzo titánico de muchos consorcios”, apuntó.

A nivel de investigación, este experto volvió a remarcar que España está “francamente bien”, con el foco puesto en los estudios fase 1 y 2. Para Tabernero, “esto tiene un impacto en la sostenibilidad del sistema”. Pero la respuesta a cómo contribuye España a las métricas de la investigación deja aún qué desear “España está en el puesto 12. Necesitamos más recursos”, acotó.

Acceso y sostenibilidad

En este punto, Tabernero explicó que, para ESMO, el acceso y la sostenibilidad son un mismo pilar básico. “Los costes en el tratamiento del cáncer no paran de crecer”. En su opinión, la realidad es que las autoridades regulatorias aprueban el tratamiento pero el acceso al reembolso se ralentiza. “Hemos detectado —indicó—que los países con mayor mortalidad europea son los países que tienen más problemas de acceso”.

De todo el control del cáncer (programas de planificación, diagnóstico, tratamiento…) los fármacos “suponen alrededor del 27 por cien en Europa, y en España el 32 por ciento”. En este sentido, a través de los comités que la sociedad europea tiene en marcha se está contribuyendo a impulsar modelos de reembolso diferencial basados en las realidades geográficas. En este sentido, Tabernero puso el ejemplo del melanoma. “Hace unos años, los tratamientos convencionales del cáncer suponían alrededor de 200 dólares al año. A día de hoy, la combinación de inmunoterapia se acerca a los 200.000 dólares por paciente”, reiteró.

En su opinión, avanzar en este tipo de fórmulas de reembolso basadas en valor y adaptadas geográficamente puede resultar clave en este ejercicio de garantizar la equidad.

Otra de las principales patas de la sociedad europea es la investigación académica. “Hemos creado un posicionamiento y guías para fomentar la investigación académica”, adelantó.

La biología del tumor

Precisamente, la manera de hacer investigación ha cambiado, sobre todo, en lo que concierne a los ensayos clínicos. Como recordó Tabernero, resultan fundamentales los estudios basket (cesta) o umbrella (paraguas). Cada vez más los tumores no se definen por su origen, sino por su genética y características moleculares. Por tanto, definir con mayor precisión los diferentes subtipos moleculares es clave a la hora de tomar las decisiones más adecuadas en el tratamiento.

Con todo, Tabernero plasmó un escenario optimista que lucha cada día para seguir avanzando. “Los retos son muchos, pero todos trabajamos para avanzar en el cuidado de los enfermos. Las oportunidades están ahí”, acotó.