El Global Madrid | miércoles, 23 de mayo de 2018 h |

El tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) con mutación positiva del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) plantea un importante desafío clínico ya que, pasado un tiempo, la enfermedad vuelve a progresar en gran parte de estos pacientes debido a la mutación T790M, una alteración que se relaciona con la adquisición de resistencia al tratamiento inicial.

Con el objetivo de ofrecer a estos pacientes una opción terapéutica específica, llega a España Tagrisso (osimertinib), de AstraZeneca, un inhibidor de la tirosina kinasa (TKI, por sus siglas en inglés) de 3ª generación aprobado para pacientes adultos con CPNM localmente avanzado o metastásico con mutación positiva del EGFR del T790M. Se trata además del primer tratamiento autorizado mediante el procedimiento acelerado de la Comisión Europea.

La aprobación de osimertinib por la Agencia Española del Medicamento y Productos Humanos (Aemps) se basa en los datos del estudio Fase III AURA3, en el que esta terapia demostró una mejoría estadísticamente significativa en la supervivencia libre de progresión (SLP) de 10,1 meses frente a 4,4 meses con quimioterapia de platino-pemetrexed, según la evaluación del comité de investigadores. La tasa de respuesta objetiva (TRO) fue del 71 por ciento con osimertinib comparado con el 31 por ciento con quimioterapia.

Los pacientes con CPNM metastásico y mutación del EGFR son tratados en primera línea con TKIs de 1ª o 2ª generación, tras un promedio de 10,3 meses, la enfermedad vuelve a avanzar y en hasta dos de cada tres pacientes esta progresión se relaciona con la mutación T790M del EGFR adquirida tras el tratamiento con TKIs.

Por esta razón, ha aclarado Mariano Provencio, jefe del departamento de Oncología Médica del Hospital Puerta de Hierro en Madrid y presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, “identificar la mutación T790M del EGFR es esencial para determinar si un paciente es candidato a recibir tratamiento con osimertinib y éste debe realizarse nada más detectada la progresión de la enfermedad, tras el fracaso de una primera línea con TKI, utilizando un método validado de análisis de tejido tumoral o plasma. Este paso es muy importante porque nos permite determinar el mejor tratamiento y esta es, en definitiva, la base de la medicina de precisión”.

Por su parte, Luis Paz-Ares, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre en Madrid y jefe del grupo de Investigación en cáncer de pulmón del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha subrayado que “osimertinib es el primer inhibidor selectivo oral con una alta afinidad por la mutación T790M del EGFR, siendo la primera terapia dirigida y personalizada con un biomarcador predictivo para estos pacientes con CPNM avanzado o metastásico. Además, el tratamiento con osimertinib se asocia a un perfil de seguridad y tolerabilidad muy favorable”.