Sandra pulido Enviada especial a Sevilla | viernes, 30 de noviembre de 2018 h |

Una adecuada alimentación es fundamental desde el momento del diagnostico de las enfermedades neuromusculares para intentar ralentizar lo máximo posible el desarrollo de la patología y evitar otro tipo de complicaciones. Un aspecto sobre el que faltan materiales, estudios y mayor visibilidad.

“El tema del tipo de dieta es más importante de lo que históricamente se ha creído y es fundamental que se hable de ello porque produce un cierto beneficio, aunque no se hayan hecho estudios en todas las enfermedades neuromusculares”, puntualiza Gerardo Gutiérrez-Gutiérrez, del servicio de Neurología del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de Los Reyes y coordinador del Grupo de Enfermedades Neuromusculares de la SEN.

Dependiendo del tipo de enfermedad, las cantidades de hidratos o proteínas tienen que variar en la dieta. “Es importante que el paciente tome proteínas suficientes pero también que no engorde, ya que si un paciente tiene una dificultad para levantarse de la silla o es propenso a las caídas, cuanto más pese peor ”, continúa. Asimismo, el neurólogo destaca que la dieta por si sola no es suficiente. “Lo importante es una dieta equilibrada y que se lleve a cabo un plan de ejercicios que haga que el paciente tenga más equilibrio, más masa muscular y que no pierda lo que tenga”, añade.

Uno de los temas más tratados en consulta es la disfagia y como abordarla “para evitar que ciertos alimentos den lugar a que el paciente se atragante o que pase contenido alimenticio a los pulmones, ya que eso puede generar infecciones muy peligrosas para ellos”, explica.

“Lo importante es que el paciente se de cuenta de que no tiene que empeorar su vida. Estamos en un país en el que podemos presumir de la gastronomía y de la riqueza de los productos y me parece muy bien que podamos ofrecer a los pacientes una guía para que lleven una vida normal y plena”, concluye.