El Global Madrid | jueves, 16 de mayo de 2019 h |

Revisar la estructura de la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM), introducir mecanismos para la revisión sistemática de las condiciones de financiación, incorporar criterios de coste efectividad en la fijación de precios de los medicamentos y fomentar una mayor colaboración entre la AEMPS y las agencias regionales para prever la llegada de nuevos medicamentos y su incorporación son las propuestas relativas a los fármacos innovadores que la AIReF realiza en su análisis sobre el gasto público en recetas dispensadas en oficina de farmacia, al que ha tenido acceso EL GLOBAL.

Y es que son numerosas las carencias que el organismo identifica en España. En primer lugar la AIRef echa en falta un mecanismo específico para el seguimiento y control de los medicamentos en pipeline. Y es que, considera que en el país falta previsión en términos de impacto presupuestario de la entrada de nuevos medicamentos. Por ello, considera necesario que se establezcan procedimientos reglados en los que esta visión de lo que va a llegar sea una elemento más en el que basar las decisiones de financiación y fijación de precios. Esto, dice, permitiría a las autoridades sanitarias “planificar con criterios de priorización, además de seguridad y valor terapéutico, y considerar no solo el corto plazo sino también el horizonte presupuestario y el de innovaciones en el medio plazo”.

El organismo identificó también áreas de mejora que afectan a la valoración contenida tanto en los informes como en el proceso posterior de seguimiento de las condiciones de financiación. En primer lugar, y aunque los estudios coste-beneficio existentes se pueden incluir en el informe técnico que realiza la Dirección General de Cartera Básica del SNS y Farmacia (DGCBF), señala, estos “no tienen un impacto directo (reglado) sobre el precio final ya que no son vinculantes y solo tienen impacto en otros niveles”, como al definir el posicionamiento de medicamentos o para realizar la prescripción. Por otro lado, la AIReF echa en falta cláusulas de revisión automáticas y sistemáticas para revisar el precio de los medicamentos.

Más medios

En tercer lugar, el organismo asegura que la información “del escandallo de costes es poco fiable, difícil de verificar y por tanto no es considerada en el proceso evaluador”. Además, la gestión de los expedientes, señala, se produce con medios humanos “muy escasos”. En concreto, explica, son “apenas cuatro las personas que conforman el equipo de la Dirección General de Cartera Básica del SNS y Farmacia encargado de estas tareas”. A esto se suma que el sistema de información es limitado, lo que “impide la verificación automática del cumplimiento de los factores que determinan el precio (indicación terapéutica, previsiones de demanda, precios en otros países, etc..)”.

Otra de las faltas que identifica la AIReF es la de estándares, “ni de países comparables ni de horquillas de precios negociables”, lo que, explican, introduce cierta discrecionalidad en el proceso de negociación previo a la CIPM. El último punto que analiza es el relativo a los ensayos clínicos. Desde su punto de vista, los ensayos que proporcionan las compañías no siempre proporcionan la información necesaria para valorar adecuadamente innovaciones incrementales sobre tratamientos ya existentes.