Marta Riesgo Cambridge | viernes, 02 de diciembre de 2016 h |

Afrontar la pérdida de patentes apostando de una forma decidida por la I+D. Esa es la estrategia que ha decidido seguir la compañía farmacéutica AstraZeneca, que desde 2016 se enfrenta a la expiración de patentes de sus fármacos ‘superventas’. Este año la farmacéutica ha afrontado la expiración de Crestor, su estatina contra el colesterol, en Estados Unidos. Este fármaco registró unas ventas en 2015 de 4.918 millones de dólares. Además, también ha hecho frente a la expiración de su antiácido Nexium en la Unión Europea. Este último registró unas ventas en 2015 de 2,496 millones de dólares.

Sin embargo, la compañía “se encuentra actualmente con una sólida posición para afrontar estas pérdidas”, tal y como afirmó el CEO de la farmacéutica, Pascal Soriot, en un encuentro con los medios de comunicación en su centro de I+D en Cambridge. Y es que AstraZeneca es una de las compañías que mayor porcentaje de su facturación destina a la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos, con un 21 por ciento. Una inversión que comienza a dar sus frutos y que se centra en tres áreas destacadas: oncología, cardiovascular y respiratorio. En total, AstraZeneca cuenta con un pipeline formado por 12 fármacos en las últimas fases de desarrollo, 26 en fase II y 32 en las primeras fáses clínicas.

Esta primera área terapéutica, aunque en 2015 sólo supuso el 11,9 por ciento de las ventas globales de la compañía, se perfila como el campo estrella a medio y largo plazo, pues cuenta con prometedores fármacos, sobre todo en el campo de la inmuno oncología. Aquí, AstraZeneca dispone de durvalumab, un anticuerpo monoclonal humano anti PD-L1 para cáncer de pulmón no microcítico (CPNM), cáncer de vejiga, cabeza y cuello y pancreático, que, de hecho, se perfila como primera línea de tratamiento para algunas indicaciones. Además, cuentan con la combinación de durvalumab con tremelimumab, un anticuerpo anti-CTLA-4 totalmente humano, que se encuentra también en investigación para varios tipos de cáncer. Precisamente aquí es donde AstraZeneca aporta un enfoque diferenciador respecto al resto de compañías; y es que son pocas las que actualmente centren su investigación en inmuno oncología en las combinaciones de fármacos.

En este misma área de oncología la farmacéutica británica cuenta en su pipeline con Lynparza (olaparib), para el cáncer de ovario y que, precisamente acaba de presentar un estudio que demuestra una mayor supervivencia libre de progresión con su uso como tratamiento de mantenimiento en monoterapia para pacientes de cáncer de ovario con mutación BRCA en recaída platino-sensible.

Además, cuenta también con Tagrisso (osimertinib) , para cáncer de pulmón no microcítico, acalabrutinib, un inhibidor de la tirosina quinasa de Bruton (BTK) para diferentes cánceres hematológicos y selumetinib, un inhibidor MEK 1/2 para el tratamiento adyuvante de pacientes con carcinoma diferenciado de tiroides.

En el campo de Respiratorio, la británica cuenta con tres fármacos en las últimas fases de investigación para asma. Los anticuerpos monoclonales, benralizumab y tralokizumab, y el fármaco PT010.

En cardiovascular, la compañía tiene en su pipeline el compuesto ZS-9, un potencial tratamiento de alta calidad para la hiperpotasemia, y roxadustat, para la anemia.

Previsión a 2023

Todos estos proyectos serán el trampolín para una compañía que, según confirmó Soriot, espera alcanzar los 45.000 millones de dólares en ventas en 2023. “Ya hemos pasado la fase de realizar una fuerte inversión para lograr este pipeline, actualmente, y hasta 2017 nos centraremos en retomar el crecimiento y a partir de 2018 prevemos comenzar una etapa de crecimiento sostenible”, explicó. La estrategia, según Soriot, es “construir una compañía más diversificada y sostenible, que su éxito no dependa exclusivamente de las ventas individuales”.

En 2015 la compañía logró una facturación de 24.700 millones de dólares, con una inversión en I+D que superó los 6.000 millones. En total, la compañía cuenta con tres centros de investigación y desarrollo: uno en Gothenburg (Suecia), otro en Gaithersburg (Maryland, EE.UU) y en Cambridge (Reino Unido). Además, AstraZeneca dispone de dos unidades autónomas de biotecnología; AstraZeneca IMED Biotech Unit y MedInmune. En el área de I+D AstraZeneca cuenta con un equipo de 8.900 empleados.

Inversión de 330 millones de dólares en Cambridge

En mayo AstraZeneca anunciaba el traslado de su sede central en Reino Unido al Campus Biomédico de Cambridge donde dispondrá de un nuevo centro de investigación y desarrollo internacional donde trabajarán 2.000 personas. Las instalaciones, en las que la compañía realizará una inversión total de 330 millones de dólares, ocuparán aproximadamente 4.450 metros cuadrados y se prevé que las obras finalizen el próximo año. El nuevo centro también se convertirá en el mayor complejo de investigación oncológica de la compañía y además albergará a científicos dedicados al estudio de las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, respiratorias, inflamatorias y autoinmunitarias, así como de los trastornos del sistema nervioso central. “La decisión de trasladarnos a Cambridge refleja la importancia que otorgamos a la excelencia científica y la posición única de esta increíble ciudad como centro de innovación biofarmacéutica”, aseguró Soriot durante la visita realizada con medios de comunicación internacionales a las futuras nuevas instalaciones . El CEO de la compañía también quiso mostrar su posición ante el Brexit. Aquí Soriot se mostró optimista ante una salida que espera que no afecte al tejido investigador del país.