Carlos B. Rodríguez Santander | viernes, 20 de julio de 2018 h |

Fiel a su cita anual en Santander, MSD continúa alimentando el debate sobre las reformas que necesita el SNS, en especial las necesarias para incorporar la innovación. EG aprovechó su presencia en la capital cántabra para conocer la opinión al respecto de su presidente y director general, Ángel Fernández.

Pregunta. Este año, en su cita de Santander, MSD preguntó a profesionales y políticos qué transformación necesita el SNS. ¿Cómo respondería usted esta pregunta?

Respuesta. Diría que la financiación tiene que ser revisada, sin duda. Estamos al menos un punto o punto y medio por debajo del PIB en comparación al entorno europeo. Además, la innovación tiene que tener un reconocimiento específico e incorporarse rápidamente. El sistema debe estar preparado para facilitar la investigación y para trasladar sus resultados a la realidad de los pacientes. Y otra, quizá: trabajar más en cuál es el valor, y no tanto cuál es el precio, y por tanto medir más los resultados en salud.

P. Una de las cosas que salieron a la palestra en Santander es un cambio radical en el sistema de financiación. ¿Qué opina?

R. Está claro que debemos tener un sistema predecible en el que, si hay mejora en un resultado en salud, si hay mayor eficacia, si hay más tolerancia, si hay un alargamiento de la vida, eso debe tener un reconocimiento específico. En Santander se habló de distinguir el pago por indicaciones. Los resultados en salud no son los mismos para todas las indicaciones. Hasta ahora nuestro sistema no discrimina por indicación. Cada vez que tienes una nueva, te exige una bajada de precio. Eso debería ser revisado. Establecer un precio diferencial por indicación supone reconocer un valor distinto del producto y supone trabajar en registros, tanto de pacientes, como de enfermedades y de resultados. Hoy tenemos esa información, pero no estamos integrando los datos en el sistema. O sea, supone un cambio profundo, no solo en precios, sino también en cómo el sistema afronta de forma integral los datos de que dispone y cómo los utiliza para tomar decisiones.

P. Precisamente sobre este último punto giró parte del encuentro… ¿Estamos preparados para incorporar resultados en salud en la toma de decisiones?

R. ¿Tenemos la capacidad? La respuesta categórica es sí. ¿Lo podemos hacer de hoy para mañana? No, porque hay mucho que hablar y que acordar. Ese es el camino que necesitamos recorrer.

P. ¿Qué espera en política farmacéutica nacional para los próximos meses?

R. Como compañía, somos proveedores, colaboradores, partners y socios en salud. Podría opinar, pero preferiría dejar la política al margen.

P. Hablemos de MSD, pues. Una de sus principales áreas es la oncología, con Keytruda a la cabeza en los ranking de previsiones de ventas. ¿Cómo esperan que se desarrolle su incorporación a los mercados?

R. El producto está en el mercado. Fundamed y el CGCOF lo han reconocido como el producto más innovador. Publicaciones recientes en The New England Journal of Medicine, relacionadas con cáncer de pulmón en primera línea y melanoma, confirman resultados espectaculares: mejor calidad de vida, menos efectos secundarios, mejor tolerancia y aumento en la esperanza de vida. Esto tendrá que incorporarse en las fichas técnicas y en los sistemas de precios y reembolsos. No estamos fuera de juego, ni mucho menos, pero los registros y las aprobaciones llevan su tiempo. Además, tenemos pedir precio, y no por indicación, de manera que cada nueva aprobación supone una rebaja del precio. Es preciso hablar mucho más de valor y de resultados en salud y muchos menos de precio. Si esto ocurre así, Keytruda tendrá una aprobación acelerada y una aceptación tremenda en los sistemas de salud.

P. ¿Qué otras innovaciones podemos esperar en este campo?

R. Para MSD, oncología es la prioridad número 1 en I+D. No quiero hablar de un producto concreto; hay un abanico tremendo de oportunidades de cara al futuro. Si hablamos de Keytruda, hay como 30 ó 35 tumores en investigación. Pero, más importante que esto son las combinaciones con quimioterapia o con otros fármacos. Y, si hablamos de racionalizar el gasto, estamos trayendo al mercado un bisomilar y contribuyendo a la sostenibilida de las finanzas.

P. ESMO o ASCO alertan de la problemática relativa a los precios. ¿Cómo afronta la industria la perpetuidad de este debate?

R. De nuevo debemos hablar de una financiación limitada y de déficit. Si solamente generamos más gasto, ahí está en conflicto. Pero ASCO no sólo habla de precio, habla de resultados en salud. El precio es un elemento de la ecuación. Y la situación en Estados Unidos no tiene nada que ver lo que ocurre ne nuestro país. Hay grandes diferencias.

P. Su compañía ha anunciado numerosos acuerdos comerciales y en I+D con otras instituciones o compañías. ¿Va a continuar MSD esta estrategia?

R. Esa es la idea. Hoy en día el mundo de la investigación, como el mundo sanitario o el mundo comercial, es un mundo de colaboración. Ya no tienes todas las respuestas dentro de tu casa. Como no salgas, colabores y busques sinergias no serás eficiente en el manejo de los recursos. Es una clave de futuro clara en nuestro sector.

P. ¿Qué lanzamientos cabe esperar en otras áreas de interés para la compañía?

R. Tenemos en discusión de precio y reembolso dos productos importantes, muy novedosos y que aportan mucho: uno es ertugliflozina, un inhibidor SGLT2 para tratar la diabetes; otro es Prevymis, para la lucha contra el citomegalovirus, de mucha implicación en trasplantes y en pacientes inmunocomprometidos. Esto sin hablar del propio Keytruda: en cáncer de pulmón, vejiga, cabeza y cuello y en otros nuevas indicaciones…

P. ¿Cómo espera MSD cerrar el primer semestre del año y qué perspectivas maneja para el cierre de 2018?

R. En España no aportamos datos semestrales, sino anuales. A nivel global la compañía ha aportado datos del primer trimestre y son positivos. Evolucionamos según lo que prevén el mercado y los analistas. MSD es un proyecto sólido que crece a nivel mundial y cuyos dos motores son oncología —especialmente Keytruda— y vacunas, con productos como Gardasil, adoptado en todo el mundo con una perspectiva ambiciosa a medio plazo de erradicar el cáncer de cérvix producido por el papilomavirus. Se puede conseguir. Intentémoslo.

“Es preciso hablar mucho más de valor y de resultados en salud, y mucho menos de precio”
“MSD es un proyecto sólido que crece a nivel mundial y cuyos motores son oncología y vacunas”