josé a. rodríguez Barcelona | viernes, 05 de febrero de 2016 h |

El control de la calidad de los APIs (principios activos) que suministran proveedores de países como China o India se ha convertido en uno de los principales campos de batalla de los laboratorios que se dedican a la producción de medicamentos genéricos. Ésta fue una de las ideas más destacadas de la jornada “La calidad y los genéricos”, organizada por la Asociación Española de Farmacéuticos de la Industria (AEFI) y la Sociedad Española de Garantía de Calidad en Investigación (Segcib) el pasado 26 de enero en Barcelona.

Como explicó Beatriz Artalejo, presidenta de la AEFI, la mayor parte de los APIs que emplean los laboratorios radicados en España para la elaboración de genéricos provienen de India o China. “Proveedores que, en ocasiones, son críticos”, señaló Artalejo, haciendo referencia a los problemas que pueden generar. En este sentido, Artalejo comentó que es frecuente que las empresas productoras de APIs que se encuentran en los citados países modifiquen algún proceso productivo, “que puede acabar afectando a la calidad del producto, sin comunicarlo adecuadamente”. Como ejemplo, señaló un caso real de un cambio en la maquinaria que una empresa empleaba para triturar el principio activo y que causó que éste no fuera utilizable por el laboratorio destinatario del mismo. “Un cambio que no se comunicó por parte de la empresa de forma detallada y que afectó al proceso productivo del laboratorio”, añadió. En casos como éste, en que los APIs llegan sin la calidad adecuada, “se opta por no sacar el producto al mercado”, indicó Artalejo, con el coste que supone para la compañía. O se aumentan los controles y se modifican procesos en el laboratorio para garantizar que el producto final cumpla la calidad requerida. “Pero estas decisiones no mejoran la calidad de los APIs, y es necesario garantizar que la calidad de éstos sea la requerida”, dijo esta experta.

Problemas en el pasado

La falta de garantías en los APIs ya provocó en 2014 que la Agencia Americana del Medicamento (FDA) vetara a la compañía de genéricos india Ranbaxy en lo que respecta a la producción, exportación, comercialización o suministro de APIs de su planta situada en Toansa. Tras las revisiones realizadas a esta planta, los inspectores constataron “significativas violaciones de las denominadas buenas prácticas de manufacturación (GMP)”.

Aparte de realizar auditorías en las plantas de los proveedores, es importante “ser muy precisos con las especificaciones que se les piden en la elaboración de los APIs, así como reclamar que comuniquen también con precisión cualquier cambio que realicen en su sistema de producción”, comentó Artalejo. En líneas generales, es necesario que el laboratorio defina qué características desea para los procesos de formulación y fabricación, y, en casos de vehiculización, es necesario valorar la asociación con el excipiente. En los productos más maduros, se pueden establecer especificaciones más reducidas.

Artalejo también señaló la posibilidad de que varios laboratorios farmacéuticos encarguen a la misma empresa que audite al proveedor que les suministra los APIs. Se trata de una opción más económica, “la confidencialidad queda garantizada por parte de la empresa auditora, y, además, cada laboratorio puede solicitar sus propias especificaciones”, dijo Artalejo.

Por otro lado, hace algo más de un mes que se publicó el Real Decreto (RD) 1090/2015, por el que se regulan los ensayos clínicos con medicamentos, que tiene como objetivo simplificar la burocracia y agilizar los trámites y que se cuente con un registro público de ensayos clínicos. Como recordó Carles Nieto, director del Departamento de Desarrollo Biológico del Laboratorio Reig Jofré, “los ensayos de bioequivalencia que se realizan en el ámbito de los genéricos también son ensayos clínicos, por lo que hay que remitirse a la normativa que regula a éstos”.

Posibles cambios

Por su parte, Alfredo García, jefe de Servicio de Farmacocinética y Medicamentos Genéricos del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la AEMPS avanzó que se está revisando la actual guía sobre genéricos de acción local gastrointestinal, que data del año 1995, “para que no sea necesario realizar estudios clínicos en los casos que baste con realizar, de forma conjunta, estudios in vitro y farmacocinéticos”. García comentó que se están planteando extensiones a la guía, para poder prescindir de los ensayos clínicos en los citados casos, por lo que se ahorrarían costes. En algunos fármacos, “los ensayos clínicos son menos sensibles para detectar la cantidad de producto que se libera en comparación con los estudios in vitro y de farmacocinética”. También comentó que se está planteando la posibilidad de incluir en las bioexenciones fármacos clase III.

Otro de los temas de la jornada fue el de los estudios de bioequivalencia. Fernando Geijo, manager en Calidad de Azbil Telstar, señaló que sólo la mitad de las 37 unidades existentes en España que se dedican a la realización de estudios de fase 1, “tiene experiencia en genéricos, y de estos sólo en la mitad es una actividad habitual”. Además, aunque el 50 por ciento declara disponer de servicios de bioanálisis, “prácticamente ninguno tiene certificación de buenas prácticas de laboratorio”. Uno de los problemas de estas unidades, comentó este experto, “es la elevada rotación del personal”, debida sobre todo a las estancias de “becarios y MIR”, lo que “tiene impacto sobre la formación en buenas prácticas clínicas (BPC)”. Además, seis centros declaran no tener departamentos de garantía de calidad.

Por otro lado, uno de los principales errores que se cometen en las BPC de los estudios de bioequivalencia es que “las fundaciones e institutos de investigación a veces ofrecen el servicio de monitorización”, comentó Geijo. Este experto recordó que “el monitor no puede pertenecer al equipo de investigación”.

En cuanto a las BPC en los laboratorios de análisis, Jordi Falcó, presidente de Segcib, señaló que, aunque no son obligatorias las auditorías, “si éstas no se realizan parece complicado garantizar las BPC”. Asimismo, enfatizó que no basta que el personal reciba una formación inicial en BPC, “sino que hay que llevar a cabo formaciones de repaso”. Como señaló Falcó, las BPC se basan en que se garanticen la fiabilidad y validez de los resultados y que se protejan los derechos de los pacientes.