| viernes, 05 de septiembre de 2014 h |

El farmacéutico se postula como una figura necesaria dentro del nuevo espacio sociosanitario. Así al menos lo ve la mayoría de los profesionales del sector y así quedó de manifiesto en el encuentro ‘El espacio sociosanitario y los nuevos servicios de la farmacia comunitaria’, que se celebró el 3 y 4 de septiembre en los Cursos Avanzados de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) bajo el patrocinio de Cofares y el Instituto de Formación Cofares. La conclusión fue clara: los farmacéuticos comunitarios, en su condición de agentes de salud, tienen que ser protagonistas directos en el reto de la atención y bienestar de la sociedad en el nuevo espacio sociosanitario.

El director del encuentro, Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Consejo Asesor del Ministerio de Sanidad, destacó como la Administración central y las autonómicas están trabajando en el diseño de una estrategia, en la que se prevé concertar servicios sociosanitarios farmacéuticos, “hay que procurar que el papel de la farmacia sea mayor, superar el marco teórico y demostrar que dichos servicios constituyen una respuesta adecuada a las necesidades de la población”.

Ese es el principal problema, ya que pese a la unanimidad, el Gobierno todavía tiene ese acuerdo marco en fase de estudio. Así lo confirmó el director general del Imserso, César Antón Beltrán quien señaló en su intervención que después de que este mes de septiembre acabe el plazo de presentación de alegaciones al pacto por parte de las comunidades autónomas, se empezaría un debate con todos los agentes involucrados. Y como parte de este acuerdo, precisó Antón Beltrán, “nunca podría descartarse llevar este debate al Parlamento”, tal y como “tiene pensado hacer” la ministra de Sanidad, Ana Mato. Esto sería así si “al final somos capaces de llegar a ese acuerdo marco entre el Consejo Interterritorial de Servicios Sociales y Dependencia y el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS)”. La corta vida que le queda a esta legislatura hace que se vea con cierta reticencia la posible aprobación del pacto.

Se pueda plasmar o no ese acuerdo, hay que destacar de la intervención del director general del Imserso, la voluntad del Gobierno de que el farmacéutico pueda realizar atención domiciliaria. “Es uno de los elementos que más impacto va a tener en la eficiencia de los sistemas social y sanitarios” en el futuro.

Antón Beltrán ha incidido en esta atención en los domicilios de los pacientes porque “en torno a un 80 por ciento de las personas que requieren atención la necesitan en su domicilio”, bien aportada por las familias o por los servicios sociales. Por ello, ha reivindicado que “debe haber una suma de acuerdo de voluntades y un debate de todos los agentes sanitarios”, con el sector público “como líder”.

Proceso de integración

A su vez, pide que se tenga en cuenta que en el proceso de integración sociosanitaria que impulsa el Gobierno un análisis “económico-presupuestario en el que se mida la eficacia y la eficiencia de los servicios” debido a las repercusiones que tiene, por ejemplo, en la creación de nuevos puestos de trabajo. Igualmente, hizo hincapié en la necesidad de tener en cuenta “cómo se ha diseñado el marco” de estos servicios sociosanitarios, cómo se ha definido quiénes son los grupos de personas que requieren la atención sociosanitaria no solo personas mayores, sino también personas que hayan sufrido un ictus, la definición de una cartera de servicios “integrando los que ya existen” y, finalmente, “estableciendo criterios de calidad.

Intenciones, experiencias, teoría y realidad. Lo importante, el reconocimiento de la labor del farmacéutico comunitario. Lo urgente, la aprobación de un marco legal que dé sentido a esa figura. La realidad, estamos apurando la legislatura y la farmacia necesita con urgencia este tipo de medidas para mirar al futuro con un optimismo mucho más fundado.