FRANCISCO ROSA Madrid | viernes, 07 de febrero de 2014 h |

La consejera técnica de la Subdirección de Calidad de los Medicamentos y los Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, Mercedes Martínez, ha lanzado una advertencia, durante un acto organizado por Fuinsa, que habrá sentado como un jarro de agua fría en las compañías con productos para el VIH. Concretamente, avanzó que, dado el alto impacto del VIH sobre el gasto farmacéutico total (un 12,3 por ciento del gasto hospitalario, según estimaciones a partir de datos de IMS Health), “será necesaria la revisión de algunos precios para dar paso a las innovaciones terapéuticas”.

Por un lado, la consejera del departamento que dirige Carlos Lens se refirió a los medicamentos que se tendrán que adecuar a los precios de referencia por la aparición de genérico, así como los que se verán afectados por el precio menor europeo. Por otro lado, citó a los de coste elevado, sobre todo los que van asociados a grandes cifras de consumo. “Se revisarán aquellos productos cuya inversión haya sido amortizada”, concluyó Martínez, sin precisar el método que se utilizará para realizar dicho cálculo.

Previamente, la representante de Sanidad había hecho un amplio repaso por los criterios con los que se están evaluando los nuevos medicamentos para el VIH, de cara a la decisión de precio y financiación.

A este respecto, destacó la necesidad de que las novedades terapéuticas realicen una verdadera aportación en salud, y se refirió, concretamente, a “nuevos mecanismos de acción, fármacos modificados que mejoren las prestaciones de los ya existentes, así como combinaciones que contribuyan a mejorar la adherencia”, propiedad, esta última, con gran importancia en una patología como el VIH.

En todo caso, cuando el nuevo medicamento tenga un valor igual o similar en la terapéutica a las opciones ya existentes, se procederá a asignarle un precio igual o similar, “nunca mayor”, como ya ha recalcado el propio Carlos Lens en sus últimas apariciones públicas. El objetivo es, aseguran desde el ministerio, dar apoyo a los nuevos avances.

En este sentido, cabe destacar la reciente aprobación de precio y financiación para Stribild (10.080 euros/año a PVL), una combinación de Gilead que contiene 150 mg de elvitegravir, 150 mg de cobicistat, 200 mg de emtricitabina y 300 mg de tenofovir disoproxil fumarato, que se administra mediante un comprimido al día y que ha obtenido la opinión positiva de los especialistas.

Este fármaco, que incluye un inhibidor de la integrasa (elvitegravir), tendrá que convivir con otras alternativas novedosas, también en combinación, como Atripla (efavirenz, emtricitabina y tenofovir disoproxil) y Eviplera (emtricitabina, rilpivirina y tenofovir disoproxil), ambos comercializados por la biofarmacéutica americana. “Todas estas opciones implican una única toma diaria, y dado que cada una tiene sus particularidades se puede decir que todos los perfiles de pacientes con VIH estarán perfectamente tratados con una sola pastilla”, indicó Santiago Moreno, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

La diferencia que aporta Stribild frente al resto de alternativas tiene que ver con un mejor perfil de tolerancia, tal y como quedó demostrado en los ensayos clínicos. Al incluir un inhibidor de la integrasa, se reduce la toxicidad. En la comparación con Atripla, se elimina la sensación de mareo. Asimismo, ofrece una ventaja frente a Eviplera, ya que no tiene interacciones con productos con omeprazol, lo cual tiene su importancia dada la cronificación de la enfermedad.