El estudio “Health at a glance: Europe 2014” pone de manifiesto que España es uno de los países en los que el gasto público sanitario se ha recortado más desde el comienzo de la crisis (-1,9% en 2009). Una reducción acentuada tras las recomendaciones de la Comisión Europea (CE) de reducir el gasto público (-3,3% en 2012). El comisario de Economía de la CE Katainen ha reconocido que existe un incremento de listas de espera, especialmente relevante en España. Los recortes replicados en Grecia, Irlanda y Portugal, todos ellos países intervenidos, han tenido consecuencias. El informe considera que existe ya evidencia del deterioro de la salud de los ciudadanos. Entre otros factores, menciona un incremento de la obesidad y del uso de los antidepresivos. Con menos dinero se come peor, sin duda. Y el efecto del stress en el aumento de peso ha sido documentado de manera amplia. Como dato positivo el informe de la OCDE muestra que la expectativa de vida en la UE sigue incrementándose y la lidera España, Francia e Italia. La diferencia con la expectativa de vida de los peores (Rumanía, Bulgaria, Lituania) es de ocho años. Un dato cuyo efecto es más a largo plazo, más que el periodo de crisis, sin duda.
España se ha situado en tierra de nadie durante la crisis: no hemos sufrido un rescate pero nos hemos apretado el cinturón como si lo hubiéramos sufrido. Los responsables políticos podrían decir que ha merecido la pena, que las circunstancias hubieran sido dramáticas si no hubiéramos tomado medidas. Asumiendo que sea así, ahora toca recuperar lo perdido. No se puede vivir en un estado permanente de tensión por el gasto público sanitario, y por la evidente falta de financiación de la sanidad pública, tal y como se ha diseñado en España. La pregunta del millón es si la CE hará recomendaciones sobre el gasto sanitario público a los estados miembro, ahora que se evidencian impactos negativos en la salud de los ciudadanos. La respuesta del comisario de Salud Andriukaitis en nombre de la CE ha sido que están analizando el impacto de las reformas por países.
En marzo tendremos los resultados de dicha revisión. Durante abril se discutirán dichos análisis de una manera bilateral con cada país, teniendo en cuenta la evidencia, asegura Andriukaitis. El Consejo de Europa, los ministros de sanidad de cada estado miembro, apoyará las conclusiones. Sería una buena noticia para los ciudadanos en un momento clave el anuncio de situar la sanidad como una prioridad.
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