Ángela de Rueda Zaragoza | viernes, 27 de mayo de 2016 h |

Tras la Junta General de Socios, celebrada en el Congreso de Sefac el 26 se mayo, el hasta ahora presidente de Sefac continuará otros 4 años al frente de esta sociedad científica. Gómez ha explicado a EG los retos de esta etapa.

Pregunta. Enhorabuena, ¿qué espera de los próximos 4 años?

Respuesta. Yo estoy aquí para sumar, para luchar y defender aquellos planteamientos que son básicos para el paciente. Como son la conciliación, la adherencia terapéutica, o la cronicidad.

P. Entonces, ¿qué retos ocupará la actividad de Sefac y la suya propia en este periodo?

R. Además de congresos, jornadas proyectos y muchas actividades que tenemos previstas, el desarrollo de servicios profesionales en la farmacia es básico, todo lo que pueda hacerse desde la oficina de farmacia hay que hacerlo. Además, trabajaremos por el asentamiento de Sefac como sociedad referente, en contacto con otras entidades, y desarrollaremos poyectos muy claros de empoderamiento del paciente. En definitiva, tenemos que luchar porque cada vez más las decisiones de la Administración vayan en pro de una farmacia asistencial.

P. En el congreso se analizan varios de estos temas ¿Cuáles destacaría?

R. Por ejemplo la cronicidad. Creo que se están enfocando políticas sanitarias sin tener en cuenta que es un gran reto que tenemos delante. Esto no se está afrontando, y nosotros lo haremos con iniciativas e ideas. Otro tema es la vacunación, poner en duda que se haga en farmacias es ir en contra del paciente. También está el tema sociosanitario, la atención a gente mayor. En estos casos necesitan, por ejemplo, una revisión de la medicación o del botiquín en su propia casa, como la Atención domiciliaria.

P. ¿Y sobre el ‘órdago’ que lanzó por la vuelta de los DH a la farmacia?

R. El medicamento tiene que estar en el sitio donde sea más eficiente. Sin embargo, lo que se está haciendo es sacar a la farmacia de toda la innovación de medicamentos, por la única razón del coste. Pues habrá que buscar unos sistemas para remunerar determinados productos o precios, pero no se puede cargar estas cuestiones sobre la población y destrozar con ello el modelo de sanidad que tenemos.

P. Entonces, ¿hacia dónde tiene que dirigirse el modelo de farmacia?

R. Hay que empezar a complementar servicios, no sólo el de la dispensación, que es fundamental. Hay que intentar instaurar estos servicios en la cartera del sistema nacional de Salud. Así lo hacen Reino Unido, Holanda, Australia, Canadá y Alemania. Así que, vamos a impulsar un proyecto nacional e internacional de indicación farmacéutica. De este modo, la idea es que, ante un síntoma menor, el boticario tenga protocolos consensuados para intervenir.