Alberto cornejo Madrid | viernes, 18 de septiembre de 2015 h |

La farmacia ‘del siglo XXI’ es la farmacia del nuevo espacio sociosanitario, esa que debe tener un papel protagonista ante el envejecimiento y cronicidad de la población. Relacionado con este objetivo, la farmacia ‘del siglo XXI’ es también la del uso de las nuevas tecnologías (TICs) tanto de puertas adentro como fuera de la botica, para acercarse al paciente. También es la farmacia de la profesionalización de la gestión… Todo ello ha sido entendido por el Instituto de Formación Cofares. No solo porque recientemente organizó un encuentro profesional en Santander que analizó todas estas características de la ‘nueva’ farmacia, sino por el protagonismo que tendrán todas estas cuestiones, como es la gestión de la oficina de farmacia, en sus próximas actividades formativas. La presidenta de IFC, Yolanda Tellaeche, hace repaso en esta entrevista de los proyectos de esta institución, algunos de ellos presentados en la cita de Santander.

Pregunta. Hagamos balance del encuentro celebrado en Santander en el que se analizó la farmacia del siglo XXI, su relación con las TICs, etc.

Respuesta. Queríamos, y creo que hemos conseguido, que fuese un encuentro en el que se diese respuesta a los pilares que deben consolidar la farmacia que demanda la sociedad. Y para consolidar esos pilares es fundamental la formación. Por ejemplo, desde la propia Universidad, donde parece que empieza a haber cierta sensibilidad hacia los contenidos asistenciales y de gestión. Pero también la formación de postgrado es muy importante y el buen uso de las nuevas tecnologías. La farmacia tiene que saber por dónde va la evolución de las nuevas tecnologías porque los farmacéuticos tenemos mucho que decir en este campo.

P. ¿Son las nuevas tecnologías una herramienta perfecta para congeniar la parte asistencial de la botica con su óptima gestión empresarial?

R. Absolutamente. Sin ninguna duda.

P. Hablemos de proyectos concretos en los que trabaja IFC. Por ejemplo, el proyecto FISA (farmacias como punto de información sanitaria). ¿En qué consiste?

R. Es un ilusionante proyecto en el que tiene mucho que ver mi esencia como farmacéutica comunitaria y la necesidad que veo diariamente en mi farmacia que tienen los pacientes de búsqueda de información en temas de salud. El proyecto pesigue que, a través de la instalación de pantallas táctiles al otro lado del mostrador, el paciente pueda acceder de forma rápida, segura y globalizada a información de salud: pedir cita médica o para una prueba diagnóstica, cambiar de facultativo, conocer los centros de día y residencias de su localidad, directorios de asociaciones de pacientes, cómo solicitar una valoración de dependencia, alertas sanitarias, consejos, consulta de medicación… En definitiva, se trata de acercar los recursos sanitarios del SNS al ciudadano. Es una información que, hasta ahora, no está globalizada en ningún sitio.

P. ¿Algún ejemplo práctico?

R. Las posibilidades de uso son muy potentes. Por ejemplo, en la localidad donde ejerzo hay más de un 20 por ciento de población migrante. Pues bien, A través de esta plataforma esos pacientes podrían acceder a un vademecum internacional, a una guía de idiomas. O bien un cliente puede conocer a través de los puntos FISA el procedimiento para solicitar una asistencia social para un pariente suyo dependiente. Incluso, según se desarrolle el proyecto, la posibilidad de que el paciente crease su propio perfil y registre parámetros de salud autocontrolados (peso, tensión, etc.).

P. ¿Potenciar la autonomía del paciente en la gestión de la salud, en la medida de lo posible?

P. Así es. La Administración también tiene mucho que decir en este proyecto, ya que es ella la que tendría que abrir la puerta al acceso a ciertas informaciones, a que el paciente interactúe con el sistema sanitario.Estoy convencida que no solo acercará la asistencia primaria sino que ese empoderamiento del paciente ahorraría recursos al sistema.

P. Más iniciativas. El IFC acaba de presentar su ‘Propuesta estratégica para la farmacia del s.XXI’. ¿Qué alcance se espera del documento?

R. Ha sido un trabajo del consejo asesor de IFC. Como farmacéutica que ejerce ‘sobre el terreno’, en botica, siempre he tenido claro que hay que acercar posturas y realizar propuestas concretas, y ese el espíritu de este documento. Este propuesta incluye un decálogo para la población que ofrece una serie de consejos para el paciente con vistas a que aproveche todo el potencial de su farmacéutico. El ciudadano tiene que saber que en la botica tiene un profesional sanitario y que no solo está ahí para dispensarle un medicamento. Este decálogo quiere facilitar la comunicación entre paciente y farmacéutico.

P. En el programa formativo de IFC cada vez cobran más protagonismo los contenidos relacionados con la gestión de la farmacia. ¿La realidad manda?

R. La gestión debe ser un aspecto importantísimo en la formación del farmacéutico. Como pequeña empresa que vive actualmente una situación delicada, la botica necesita de una gestión planificada, conocer sus recursos reales. En este sentido, vamos a iniciar un programa de gestión muy diferencial, en colaboración con el IESE, una entidad que no necesita presentación. Es una actividad que se adentra en el concepto de “farmacéutico gestor”, pero desde un conocimiento global del sector, que también abarca conocer no solo la gestión y dirección de una oficina de farmacia, sino también a fondo toda la cadena del valor del medicamento: el funcionamiento de la distribución y su trascendencia en España, la industria (desde el autocuidado a los medicamentos innovadores, biológicos), etc.

P. Al igual que ningún farmacéutico debe olvidar su perfil sanitario, ¿también deben tener en cuenta ese necesario perfil gestor?

R. Ningún farmacéutico debe pensar que su momento para formarse en gestión ya pasó. La formación en este campo no entiende de generaciones. Una oficina de farmacia tiene que estar bien gestionada, ya sea por el farmacéutico titular, que sería lo recomendable, o delegado en terceros.

La farmacia tiene que saber cómo evolucionan las nuevas tecnologías; tenemos mucho que hacer con ellas”

Como boticaria, sé la importancia de realizar propuestas concretas y consensuadas para la farmacia del s.XXI”