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| viernes, 08 de noviembre de 2013 h |

El 59 por ciento de las empresas del sector de la tecnología sanitaria asegura tener al menos a un estudiante o recién graduado contratado a través de un convenio de prácticas. En el caso de las Pymes, la cifra es del 36 por ciento. Así se desprende de la encuesta ‘Promoción de los Convenios de Prácticas’, elaborada por la Comisión de RSE de Fenin entre el sector de la tecnología sanitaria. En cuanto al número de becarios de estas compañías, el 47 por ciento contó con entre uno y 2, mientras que un 29 contrató a entre tres y cuatro, y un 24 por ciento de las empresas más. Además, todas las compañías preguntadas contemplarían la posibilidad de contar con ellos en el futuro.

Los perfiles más demandados son los de ingenieros y profesionales del márketing y comunicación, seguidos de licenciados en ciencias de la salud, ADE y economistas. Además, los psicólogos, abogados, diseñadores gráficos, enfermeros y administrativos pueden encontrar aquí también un hueco.

Retener el talento y dar oportunidades a los profesionales del futuro es el motivo por el que la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) pretende potenciar la relación entre las empresas a las que representa y la universidad. Así lo aseguró su secretaria general, Margarita Alfonsel, durante la 3ª Jornada RSE ‘Promoción del Empleo: Convenios de Prácticas en las Empresas de Tecnología Sanitaria’, y agregó que estas compañías tienen la posibilidad de acoger el talento, motivo por el cual nació esta iniciativa dentro de las actividades de RSE de la federación. Una iniciativa que, además de disminuir las cifras de paro, pretende ofrecer formación adicional dentro de empresas a los futuros profesionales.

Rocío Casado, directora de RR.HH. de Boston Scientific, explicó que cuando un becario entra en la compañía depende siempre “del más alto nivel” para que en todo momento haya personas preparadas para subir un escalón más, además, dos de cada tres se quedan trabajando en la empresa. “Si alguien no se puede quedar, para nosotros es un fracaso”, subrayó. Sin embargo, consideró que la industria de los dispositivos médicos es a veces desconocida para los recién licenciados.

Que los propios profesionales en prácticas sean los que fomenten una imagen positiva de la empresa es lo que afirmó Carmen Caro, responsable de Selección y Desarrollo de Personal Hartmann España, que intentan en la compañía en la que trabaja. Para ella, la empresa obtiene más beneficios que el propio becario con esta colaboración, por lo que procuran equiparar la balanza. “Somos exigentes y rigurosos porque queremos talento”, explicó para añadir que a la hora de acceder a uno de estos puestos, el proceso de selección es el mismo que para una vacante dentro de la plantilla. En este caso también los tutores son directivos o figuras clave en el organigrama de la compañía. Los principales beneficios para el estudiantes serán desarrollar competencias profesionales, algo que no se aborda suficientemente en las universidades, y orientación profesional, ya que pasan por todas las áreas de la empresa, lo que puede ayudarlos a enfocar mejor su carrera.

Salvador Torres, director de RR.HH. de Proclinic, por su parte, aseguró que del programa de becarios ha de salir el futuro de la compañía por lo que las competencias que adquieren son tanto las necesarias actualmente como “a dos años vista”. El proceso de selección incluye cinco entrevistas, como para cualquier otro puesto, y la persona seleccionada consigue con ello una experiencia laboral, nuevos conocimientos, que la empresa los conozca y terminar trabajando para lo que estudió. Para el resto del departamento implica reciclaje profesional a través de los conocimientos más actualizados de alguien que acaba de terminar de estudiar y equilibra la pirámide de edad interna.

Finalmente, María Martín, directora de Proyectos del Departamento Cientíco y Clínico de Medtronic, que se incorporó a la empresa como becaria hasta alcanzar su posición actual y, además, es tutora de otras personas que están pasando por el mismo proceso, subrayó que no existe correlación entre el expediente académico y el desarrollo posterior de la profesión. A su juicio, a las compañías les interesan los programas de becas porque son una fuente de reclutamiento de plantilla y de identificación de talento.

Desde el punto de vista del becario, asegura que se adquieren conocimientos técnicos más cercanos a la realidad, porque la última tecnología está en las empresas, no en las universidades, además de aprender a trabajar en equipos multidisciplinares. Esa experiencia les da ventaja frente a candidatos externos para incorporarse a la plantilla y, además, puede ser valorada por otras compañías.

Sin embargo, a juicio de Martín, falla la relación entre las universidades y las empresas, por lo que ambas instituciones deben hacer un esfuerzo por acercarse para convertirse en un complemento una de la otra.