Isis Daniela Sarmiento Madrid | viernes, 19 de abril de 2013 h |

Los pacientes valoran unánimemente de forma negativa el Real Decreto Ley 16/2012 un año despues de su promulgación. Las asociaciones declaran que no pueden mencionar algún especto positivo sobre esta medida.

Alejandro Toledo, presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP) resalta que el RDL, encarece el sistema y no ayuda a la sostenibilidad, lo que implica en definitiva, “una reducción de los derechos que teníamos adquiridos los pacientes crónicos”. Toledo, quien representa a más de 380.000 pacientes en la AGP, aseguró que el RDL ha reducido el acceso al tratamiento,“hemos dejado de tener un sistema solidario, para pasar de una sanidad universal a una de aseguramiento”.

El presidente de la AGP reconoce que ha habido una reducción del gasto farmacéutico gracias a la presencia de medicamentos genéricos, pero que esto es positivo sólo en algunos casos. La desfinanciación de 417 farmacos de la cobertura sanitaria, ha contribuido a el aumento de precios casi al doble, “no estoy en contra del copago de manera radical” afirma.

La Liga Reumatológica Española (LIRE) manifiesta que “el copago o ‘repago’, ha supuesto para los pacientes crónicos, un gasto superior al estimado, y algunos de ellos han tenido que decidir entre el tratamiento y comer”.

La Federación Española de Parkinson (FEP), resalta que una enfermedad crónica no es igual que una patología aguda, por lo que, si la prescripción se realiza por principio activo, un paciente polimedicado puede tener problemas con la adherencia al tratamiento. ”La calidad asistencial a los afectados de Parkinson se ha visto mermada y ha habido un retroceso en sus derechos provocado tanto por la crisis como por el RDL” afirma María Gálvez, directora general de FEP.

Desde la Federación Española de Diabéticos Españoles (FEDE) destacan que el principal retroceso en esta medida es la prescripción médica. Y es que, aunque esta norma recoge que tiene que llevarse a cabo “teniendo en cuenta el beneficio del paciente”, se está comprobando que no siempre se cumple. Tendría que ser el paciente, junto con su médico, el que decida qué medicamento es el más adecuado, en función de su tratamiento y de las particularidades individuales”.