José a. rodríguez Barcelona | miércoles, 04 de febrero de 2015 h |

Mejorar la calidad asistencial en el actual contexto económico es un auténtico reto para el sistema sanitario. Para lograrlo, son fundamentales las acreditaciones de la calidad asistencial, que permiten tener en cuenta la perspectiva de los pacientes. Ésta ha sido una de las principales conclusiones de la Jornada ‘Pacientes & Calidad Asistencial’, organizada por el departamento de Salud de la Generalitat catalana y Wecare-u, con la colaboración de la Fundación Ipsen. Como destacó Roser Vallès, directora general de Ordenación y Regulación Sanitarias del Departamento de Salud, “los pacientes deben participar activamente en el sistema sanitario”. Una idea con la que coincidió Gloria Tapias, directora de Relaciones Institucionales y presidenta de la Fundación Ipsen, quien enfatizó que “el paciente es un eslabón fundamental en la toma de decisiones”. En este sentido, Vallès destacó el papel del Consejo Consultivo de Pacientes de Cataluña, que “les da voz directa en las políticas de salud”. Asimismo, avanzó que su departamento está trabajando para que los centros sanitarios puedan recibir a la vez “nuestras acreditaciones y las que concede la joint comission”, una de las organizaciones más relevantes en acreditaciones sanitarias.

Por su parte, Anna García-Altés, responsable del Observatorio del Sistema de Salud del AQuAS, destacó los buenos resultados de los centros sanitarios catalanes evaluados por la Central de Resultados. Recordó que en el último informe (2013) los pacientes puntuaban con un 8,4 la satisfacción global con respecto a la atención sociosanitaria . Y puso el énfasis en que hacer públicos los resultados “incentiva la innovación”.

Uno de los factores que potencian la mejora de los centros son las acreditaciones de la calidad asistencial, según Josep Davins, subdirector general de Servicios Sanitarios de la Generalitat, “una estrategia que Cataluña inició en 1981”. Davins señaló que la intención del departamento en 2015 es preparar las acreditaciones para los centros de salud mental. También avanzó que en 2016 se revisará el modelo de acreditación de los hospitales y que, al año siguiente, se revisarán los modelos de AP.

Las acreditaciones, aparte de mejorar la calidad asistencial de los centros, “también son útiles para la compra de servicios y garantizan que la atención es lo más segura posible”. Además, de la evaluación que exigen se derivan procesos de mejora de la asistencia. “Hay que implicar a toda la organización, no solo a los responsables de calidad, en los procesos”, según Ángel Vidal, presidente de la Sociedad Catalana de Calidad Asistencial.

La mejora de la atención a los pacientes es especialmente relevante en el ámbito de los pacientes crónicos complejos. Como explicó Xavier Martret, del Servicio de Medicina Interna del Parc Sanitari Sant Joan de Deu, “disponemos de un sistema que nos permite identificar a estos pacientes y contamos con la figura clave de la gestora de casos”. Una estrategia que se ha traducido en una reducción de los ingresos “del 60,51 por ciento en los dos últimos años”.

Cada tipo de paciente requiere sus propias necesidades. Los pacientes con esclerosis múltiple, explicó Xavier Montalbán, director del Cemcat, “son jóvenes, están bien informados y son exigentes”. Por eso, es necesario “informarles bien cuando tienen que esperar más de la cuenta”. Por su parte, José Sánchez de Toledo, jefe de Servicio de Oncología Pediátrica del Vall d’Hebron, remarcó la utilidad de las acreditaciones Jacte, “que nos obligan a plantearnos niveles asistenciales de calidad superior”.

Por su parte, José Ramón Germà, director de Investigación en el Instituto Catalán de Oncología (ICO), destacó que las encuestas de satisfacción que realiza el ICO regularmente les ayudan a “identificar áreas de mejora”.