JUAN NIETO Madrid | viernes, 28 de noviembre de 2014 h |

Lo que no hizo la aprobación del RDL 16/2012 de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del SNS y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones, ni siquiera la reciente gestión de la ‘crisis del ébola’, lo ha causado el ‘caso Gürtel’: la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato. Y lo ha hecho de ‘rebote’, después de que el auto de transformación en procedimiento abreviado del ‘caso Gürtel’ dictado por el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, implicase a la ya ex ministra en calidad de “partícipe a título lucrativo” dentro de la investigación’. ¿Qué significa? Que el juez estima que Mato y sus hijos se aprovecharon de viajes y regalos por valor de al menos 36.688 euros que la trama que encabezaba Francisco Correa pagó a su ex marido, el ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda, a cambio de contratos públicos entre 2000 y 2005.

Mato, que se reunió en el Palacio de La Moncloa en la tarde del 26 de noviembre con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para comunicarle su decisión de abandonar el Paseo del Prado 18-20, insistió en que el juez no le imputaba ningún delito ni “responsabilidad penal alguna”, ya que, tal y como afirmó en el comunicado en el que anunciaba su dimisión, el magistrado se limitó a comunicarle “la resolución a efectos meramente civiles como consecuencia de mi situación familiar en el momento en el que supuestamente se produjeron los hechos”. Sin embargo, el aparecer en el auto como “partícipe a título lucrativo” su permanencia al frente del ministerio se hacía complicada. Más si cabe cuando Rajoy tenía que comparecer al día siguiente en el Congreso de los Diputados en el pleno especial contra la corrupción. Así lo explicó la propia Mato en el comunicado emitido para explicar los motivos de su dimisión. “No quiero, bajo ningún concepto, que mi permanencia en esta responsabilidad pueda ser utilizada para perjudicar al Gobierno de España, a su presidente ni tampoco al PP”, reza el comunicado.

Reacciones

Tras la dimisión de Mato, que durante tres años al frente del ministerio ha recibido muchas críticas por parte de la oposición, las reacciones políticas no se hicieron esperar. En su mayoría, muy críticas con su labor, como la del portavoz de Sanidad de la Izquierda Plural, Gaspar Llamazares, que afirmó que su dimisión, además de ser “obligada” por su conexión con la trama Gürtel, era necesaria desde hacía más de dos años. “Ya es hora de que el ministerio tenga un ministro o una ministra. A ver si es verdad y lo tenemos”, señaló.

En este sentido, desde el PSOE, su secretaria de Sanidad, María José Sánchez, exigió “valentía” a Rajoy para designar a una persona al frente del ministerio que “restaure la sanidad pública y los derechos de la ciudadanía” que, según precisaron, se quebraron durante la gestión de Mato. Asimismo, cabe destacar que durante el debate sobre corrupción en el pleno del Congreso, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, se refirió al auto de Ruz que, según dijo, “apunta directamente al PP de la misma forma que lo hace con Ana Mato, ambos como partícipes a título lucrativo”.

Asimismo, tanto el BNG como ERC incidieron en las críticas. De este modo, la portavoz del BNG en el Congreso, Olaia Fernández, estimó que la dimisión llegaba “tarde, mal y a rastras”. Igualmente, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, consideró que Mato “no podía no dimitir”.

Más comedidos se mostraron los representantes del Grupo Vasco, el Grupo Catalán y UPyD. Así, mientras Aitor Esteban, portavoz del Grupo Vasco, consideró la dimisión de Mato como una “decisión personal lógica”, su homólogo en el Grupo Catalán, Josep Antoni Duran i Lleida, lo calificó de “ejemplar”. Igualmente, el portavoz adjunto de UPyD en el Congreso, Carlos Martínez, señaló que la dimisión responde a la “presión ciudadana” ante los casos de corrupción, y advirtió al PP de que “ya no puede hacerse el sordo” en esta materia.

Apoyos

Sin embargo, sus compañeros de partido sí apoyaron a Mato. Este fue el caso del ministro de Economía, Luis de Guindos, que afirmó en Onda Cero que la ex ministra de Sanidad “no tenía ningún apego al cargo” y, tras subrayar que no estaba imputada en el ‘caso Gürtel’, subrayó que le tocó gestionar un departamento “extremadamente complicado”. Por su parte, Carlos Floriano, vicesecretario general de organización del PP, consideró que la dimisión de Mato, a pesar del coste personal, es un ejemplo más de su defensa del interés general.

Incluso, el propio presidente del Gobierno defendió a Mato durante su comparecencia en el pleno contra la corrupción al indicar que en el auto queda “fuera de toda duda” que el juez no considera que haya participado en el delito sino que establece que “ha ignorado la comisión de tales delitos”.