félix peña Madrid | jueves, 31 de octubre de 2013 h |

Las estadísticas no acompañan cuando se habla de diabetes. El 15 por ciento de la población española padece esta enfermedad crónica, pero sólo está diagnosticada en la mitad de los casos. Además, seis de cada diez pacientes no están controlados ni monitorizan de forma alguna la evolución de la diabetes, según Narjis Fikri Benbrahim, responsable del programa Dáder de Seguimiento Farmacoterapéutico de la Universidad de Granada. Por este motivo, los agentes sanitarios han recurrido a las nuevas tecnologías para fomentar los sistemas de autocontrol, tal y como se puso de manifiesto en durante la mesa ‘Atención farmacéutica en el paciente diabético: Control y Educación del Paciente’, patrocinada por Sanofi.

Es el caso de Víctor Bautista, un programador informático al que hace cinco años le diagnosticaron esta enfermedad. Entonces, se dio cuenta de que no había ninguna herramienta tecnológica que le permitiera hacer un seguimiento detallado y decidió crear su propia aplicación para móviles, llamada Social Diabetes. Lo que en principio era un desarrollo para uso personal, en poco tiempo se convirtió en una herramienta de monitorización que ya utilizan más de 17.000 personas y que está disponible en nueve idiomas.

Gracias a esta aplicación, las personas que padecen diabetes, además de poder registrar un histórico con los niveles de glucosa, pueden ajustar automáticamente y en tiempo real la pauta de insulina en función de sus hábitos de vida. Esta herramienta está pensada no sólo para los pacientes, sino también para los médicos, que además de tener acceso remoto a los datos en formato digital y con la posibilidad de visualizarlos en gráficos, pueden supervisar a sus pacientes sin que estos tengan que ir a la consulta.

Innovar en el campo de la asistencia farmacéutica es clave para los enfermos, pero también beneficia al sistema de salud, por el ahorro de costes que supone, y al resto de agentes sanitarios. Por eso, Narjis Fikri está desarrollando un modelo de asistencia en oficinas de farmacias, aprovechando la gran capilaridad de esta red y su cercanía con la población. El proyecto consiste, entre otras cosas, en utilizar la tecnología en este canal para hacer cribados y detectar la diabetes en pacientes que desconocen que la padecen, ofrecer formación para fomentar el autocuidado o registrar la evolución de la farmacoterapia y documentar los parámetros clínicos, que incluso podrían servir para preparar ensayos y seguir avanzando en la investigación en este campo.

El coordinador del Grupo de Diabetes de Sefac, José Antonio Fornos, considera que la atención personalizada es una de las claves para el paciente, pero para ello es necesario “utilizar las nuevas tecnologías para mejorar la calidad”, tanto del servicio asistencial como de la información que reciben. Una herramienta complementaria sería, por ejemplo, la plataforma de telemedicina Diabetic, puesta en marcha por Sanofi Aventis, tal y como explicó Óscar Fillat, gerente médico el laboratorio, que tiene tres proyectos de I+D en este campo.