MARCOS GARCÍA Madrid | viernes, 22 de julio de 2016 h |

A nadie se le escapa que la industria farmacéutica se encuentra ante un cambio de paradigma que trae aparejado una transformación radical en el actual modelo de negocio. Los avances científicos han provocado la irrupción de nuevos tratamientos innovadores que han revolucionado áreas terapéuticas y el abordaje de las enfermedades.

Precisamente la llegada de estos nuevos fármacos al arsenal terapéutico europeo ha sido analizada por la consultora Evaluate que estima que en 2022 las ventas de medicamentos alcanzarán los 206.000 millones de euros en el continente. De hecho, el informe augura un crecimiento anual medio (CAGR) del 3,2 por ciento de fármacos entre 2015 y 2022 en Europa, mientras que el PIB en ese mismo periodo se calcula en el 1,5 por ciento.

El advenimiento de estas innovaciones terapéuticas provoca “una presión adicional a los recursos financieros de los sistemas nacionales de salud, que ya tienen evidentes problemas de liquidez”, señalan en el informe de Evaluate, que se pregunta ¿cómo será la financiación de estas innovaciones con la actual configuración del sistema?

En este sentido, el estudio alerta de que “en el pasado, el equilibrio respecto a la financiación se logró mediante el ajuste de precios con políticas de reducción de costes, la irrupción de genéricos y biosimilares o rebajas forzadas en las negociaciones de precio y reembolso. En la actualidad y en el futuro esta tendencia no es sostenible. Es hora de iniciar negociaciones entre pagadores e industria para juntos diseñar métodos de financiación opuestos a los actuales, como el riesgo compartido o el pago por resultados”, concluyen desde Evaluate.

Una vez efectuadas sus recomendaciones, el informe aborda las razones concretas por las que el mercado farmacéutico se dilatará hasta superar en Europa los 206.000 millones de euros en 2022, según sus previsiones. La consolidación de la oncología como el área terapéutica por excelencia en la llegada de nuevos tratamientos es una de esas razones que se argumentan con que las innovaciones, que en muchas ocasiones tiene que ver con la investigación y desarrollo de productos biológicos. “Pero las innovaciones también han estado emergiendo en otras muchas áreas terapéuticas” como diabetes, inmunología, cardiología, aparato locomotor, enfermedades degenerativas…

El informe hace un repaso de por dónde van a ir las nuevos fármacos, cómo y cuáles serán los medicamentos que se convertirán en blockbusters en los próximos años. La captación de inhibidores de proteínas PD-1 y PD-L1 es una revolución médica que se encarna en dos fármacos muy prometedores como Opdivo (nivolumab) y Keytruda (Pembrolizumab), que a todas luces van a dinamizar el segmento. Pero no sólo de oncología viven las innovaciones. También se espera avances en otros campos: Ocrevus (ocrelizumab) en esclerosis múltiple, Entresto (valsartán, sacubitril) en insuficiencia cardíaca crónica, Praluent (arilocumab) y Repatha (evolocumab) en dislipidemia y baricitinib en artritis reumatoide. Incluso en áreas históricamente difíciles, como la enfermedad de Alzheimer, existen fundadas promesas de fármacos revolucionarios con intepirdine y aducanumab.

Ecosistema colaborativo

Otro de los factores que están detrás de la proyección del impacto de las nuevas terapias reside en el ecosistema colaborativo ya existente entre la industria innovadora, reguladores y pagadores. Buen ejemplo de esto es la puesta en marcha de varias iniciativas a nivel europeo como el PRIME — medicamentos dirigidos a una necesidad médica insatisfecha y que ofrecen ventajas terapéuticas —. Esto se traduce en una mayor alineación en los protocolos de desarrollo clínico, de los criterios de valoración y de diseño de los ensayos clínicos, que en última instancia, aumenta la productividad de la I+D farmacéutica.

A este respecto, el informe calcula también el valor añadido que tendrán hasta 2022 las 200 aprobaciones más significativas e identifica las tendencias que se sucederán en los próximos años respecto a los 10 principales blockbuster. En este sentido el informe señala que Xarelto (rivaroxabán), un anticoagulante, venderá en 2022 unos 2.600 millones de euros y el acumulado desde su autorización en Europa ascenderá a 8.000 millones de euros.

El estudio vaticina que los fármacos para la hepatitis C, Harvoni (sofosbuvir/ledipasvir) y Sovaldi (sofosbuvir) “se desinflarán por la presión sobre su precio y la bajada”. Aunque una de las principales previsiones se centra en la eclosión y mantenimiento de los medicamentos oncológicos como área terapéutica líder. En concreto, el informe señala que de los diez primeros fármacos en ventas en 2022 cinco serán de oncología, y que tan solo Herceptin (trastuzumab) caerá en ventas debido al “lanzamiento de sus biosimilares”.

El informe analiza también el comportamiento de los fármacos por área terapéutica. Respecto a la oncología, la irrupción de los innovadores se ha acelerado significativamente gracias a los tratamientos inmuno oncológicos — Opdivo, Keytruda, Tecentriq (atezolizumab) —. La financiación de las nuevas terapias es el reto más urgente y la combinación de fármacos “puede duplicar, incluso triplicar el coste”, aseguran. El informe prevé que la oncología registre un CAGR del 8 por ciento y represente 28.000 millones de euros en 2022 en Europa.

Por su parte, la diabetes representará 9.100 millones de euros en Europa en 2022 y tendrá una tasa anual compuesta de crecimiento (CAGR) del 5 por ciento, según el informe, que señala como fármacos dominadores a Xultophy (degludec/liraglutide) y Jardiance (empagliflozina). En inmunología el CAGR caerá un 3 por ciento y supondrá 6.600 millones de euros en 2022. La llegada de los biosimilares de Remicade (infliximab) y Enbrel (etanercept) lastrará su peso y Consetix (secukinumab) y baricitinib dominarán el mercado.