MARTA RIESGO Madrid | viernes, 15 de enero de 2016 h |

Varias grandes compañías farmacéuticas se enfrentarán a cinco años de pérdidas de patentes que les obligarán a tener que buscar salidas para que estas expiraciones no se traduzcan en grandes agujeros en las cuentas de resultados. Según el informe ‘EP Vantage 2016 Preview’, publicado por la consultora internacional EvaluatePharma, compañías como Abbvie, Roche, AstraZeneca, Johnson&Johnson o GSK, sufrirán pérdidas de patentes en los próximos cinco años que afectarán a sus ventas.

Según el estudio, en 2016 el 65 por ciento de las ventas de Abbvie podrían estar en peligro por pérdidas de patentes. El informe hace referencia a Humira, el fármaco con más ventas de la compañía. No obstante la compañía asegura que no perderá la patente hasta 2018. Este fármaco alcanzó los 14.090 millones de dólares en ventas. En los próximos meses, Abbvie también verá como se pierde la patente de Kaletra, con unas ventas que alcanzaron los 729 millones de dólares en 2016, según la publlicación. Las pérdidas continuarán hasta 2020, año en el que podrían ver afectado el 67 por ciento de sus ventas.

No obstante, desde Abbvie tienen claro que los pasos que están dando para reforzar su pipeline, minimizarán el impacto provocado por las pérdidas de patente. “En los últimos años hemos seguido un gran ritmo de crecimiento; triplicamos el número de moléculas en todas las fases de desarrollo en los últimos años”. Así, explica que, actualmente cuentan con un pipeline “con más de un 30 por ciento de biológicos y más de 20 compuestos en las fases II y III”. De este modo, especifican que para 2017, esperan superar los 15 fármacos aprobados. Inmunología, Neurociencia, Oncología, Enfermedad renal y Salud de la Mujer serán las áreas clave.

2018 y 2019 serán años complicados tanto para Johnson & Johnson, como para Roche. La primera tendrá que afrontar la pérdida de Remicade, que logrará en los próximos doce meses 5.800 millones de dólares en ventas. Mientras, Roche se enfrentará a la expiración de Avastin, Herceptin y Rituxan, tres fármacos oncológicos. Según el informe de la consultora, en 2016 Avastin alcanzará los 7.000 millones de dólares en beneficios, Rituxan, los 7.300 millones de dólares y Herceptin los 6.800 millones de dólares.

Celgene afrontará la expiración de la patente en 2019 de Revlimid. Esto, según el informe, podría explicar los esfuerzos realizados por la compañía en apuntalar su cartera mediante fusiones y adquisiciones, como la protagonizada el pasado mes de julio, cuando compró Receptos por 7.200 millones de dólares.

Desde Celgene, Jose Luis García, director médico de la compañía, explica que “para el año 2020 la patente de nuestro blockbuster habrá expirado, pero por este motivo la compañía lleva años invirtiendo en investigación, para tener uno de los pipeline más prometedores de toda la industria farmacéutica”. En este sentido, asegura que la intención de la compañía es la de “suplir está perdida con el desarrollo de nuevas moléculas, que cubran un mayor número de patologías y, de esta forma ,poder beneficiar al máximo número de pacientes de una forma más diversificada”. De este modo, los esfuerzos, dice, “irán dirigidos a seguir siendo líderes en hematología, consolidarnos en oncología y se espera una gran inversión en el área de Inmunología e Inflamación”.

AstraZeneca entra también en el grupo de afectados con el vencimiento de la patente de Crestor, que registró unas ventas en 2015 de 4.918 millones de dólares. Tal y como aseguran desde la compañía, “cuando no hay alternativas en el pipeline ni nuevos productos en fase de desarrollo es cuando una compañía se puede ver afectada, pero ese no es nuestro caso”. De este modo, explica que en AstraZeneca “hemos desarrollado una fuerte estrategia basada en la I+D y tenemos una ambiciosa cartera de moléculas en desarrollo”. Así, apunta que su foco se encuentra en tres áreas terapéuticas; “Cardiometabolismo; Oncología, y Respiratorio, Inflamatorio y Autoinmune, en las cuales hemos hecho grandes avances en los últimos años para ofrecer tratamientos que cubran necesidades específicas”.

Además, especifican que, “con el fin de enfocarnos hacia una medicina completamente personalizada e innovadora, hemos apostado firmemente por los medicamentos biológicos, que actualmente suponen más de la mitad de nuestro pipeline”.

El informe apunta a Seretide/Advair, de GSK, con unas ventas de 5.577 millones de dólares en 2015. No obstante, desde la compañía, aseguran que están haciendo buenos progresos tanto en las aprobaciones regulatorias como en los resultados de ventas. “En el tercer trimestre de 2015, las ventas de los nuevos productos del negocio ‘farma’, han conseguido duplicar la caída de ventas de Seretide/Advair. En el 2020, 11 nuevos medicamentos y vacunas, incluyendo nuestros tratamientos inhalados para patologías respiratorias -Relvar, Anoro, Incruse y Nucala- podrán generar unas ventas anuales que superen los 8.400 millones de dólares”

La última compañía que la consultora incluye en la lista es MSD, que se enfrenta a la pérdida de Zetia, con unas ventas en 2015 de 2.522 millones de dólares. También en 2016 caduca la patente de Zostavax y de Invanz, de la misma compañía.

Desde MSD explican que “con los productos que tenemos en cartera, tanto los que mantienen la patente como los que ya la han perdido pero siguen teniendo una importante presencia en el mercado, con los próximos lanzamientos de fármacos recientemente aprobados, así como con nuestro prometedor y variado pipeline, podemos hacer frente a la expiración de patentes y a otras dificultades debidas al entorno”. Así, al mismo tiempo, asegura que mantendrán el foco “en la búsqueda constante de las mejores oportunidades científicas y médicas en nuestras áreas terapéuticas clave a nivel global: diabetes, enfermedades infecciosas, oncología y vacunas. Esta es la propia esencia y la dinámica del sector farmacéutico innovador”. De este modo, puntualizan que cuentan con “tres nuevos medicamentos en proceso de autorización; con 24 programas Fase III de investigación y con otros 11 en Fase II, siendo uno de los pipelines más sólidos de la industria farmacéutica”.