MARTA RIESGO Madrid | viernes, 08 de enero de 2016 h |

La industria farmacéutica británica ha anunciado el pago de 550 millones de libras en 2016 al sistema nacional de salud (NHS) a través del Pharmaceutical Price Regulation Scheme (PPRS) para

ayudar a financiar medicamentos innovadores, tal y como ha anunciado la patronal británica de la industria farmacéutica innovadora (ABPI).

“Al lograr un acuerdo para llevar adelante estos pagos, nuestra industria está mostrando su compromiso con los pacientes para que estos reciban los medicamentos que necesitan, y también para mejorar el flujo de medicamentos innovadores en el NHS”, aseguró el director general de la patronal, Alison Clough, quién se mostró consciente de que “el acceso a nuevos medicamentos es irregular en el Reino Unido y todavía hay barreras en el sistema”. En este sentido, Clough aseguró que el PPRS ha favorecido que Reino Unido sea uno de los países de la Unión Europea con los precios más bajos, lo que “nos proporciona una oportunidad real para poder incluir medicamentos innovadores que mejoren los resultados en salud; y este acuerdo nos ayudará a avanzar más rápido”.

El acuerdo incluye una reestructuración de los pagos. De este modo, alrededor de 200 millones de libras, estimadas para 2017 y 2018, se adelantarán a 2016, con el fin de ayudar al gobierno británico a poder cumplir su compromiso de financiar las innovaciones.

El acuerdo se anunció el mismo día que la patronal hacía público el tercer pago de 202 millones de libras para el departamento de salud en 2015, con lo que la contribución total en el pasado año ascendió a 619 millones de libras. Desde el año 2014, en el que comenzó a adoptarse este sistema, la industria ha pagado, aproximadamente, un billón de libras y, durante los cinco primeros años del acuerdo, la patronal estima que el pago total ascienda a 3 billones de libras.

El PPRS es un esquema único en el que las empresas farmacéuticas acordaron contribuir al costo de los medicamentos, con el objetivo de hacer los tratamientos innovadores asequibles para el NHS.

El Pharmaceutical Price Regulation Scheme es el sistema que rige los precios de los medicamentos en el Reino Unido en función de los beneficios de las compañías farmacéuticas, un acuerdo que firmaron la patronal de la industria farmacéutica (ABPI) y el Ministerio de Salud británico en 2014. Un acuerdo que es voluntario para las compañías.

Precisamente el Ministerio de Salud británico ha lanzado una consulta para modificar el sistema anexo al PPRS. Al ser éste un esquema voluntario, el Gobierno también aplica una disposición obligatoria, cuyo objetivo es conseguir límites similares a los del PPRS en el precio de los fármacos de marca suministrados por las compañías que no están adheridas al mecanismo voluntario.

Acuerdo gasto-PIB

Este esquema adoptado en Reino Unido recuerda al acordado recientemente entre la patronal de la industria innovadora, Farmaindustria y los ministerios de Sanidad y Hacienda y que vincula el gasto al crecimiento del PIB.

Tal y como se establece en el acuerdo, si el gasto supera la tasa de referencia de crecimiento del PIB, pero no alcanzara la tasa de crecimiento del PIB nominal, la industria tendrá que compensar al Gobierno de manera no económica. Así, se adoptarán alternativas “mediante otras actuaciones o medidas que, no suponiendo una transferencia monetaria, si tengan contenido económico y sean de interés para la economía española o para el Sistema Nacional de Salud”, tal y como reza el texto del acuerdo. Unas medidas que, según precisó el entonces ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, podrían significar la puesta en marcha de programas de seguimiento a polimedicados, de adherencia a los tratamientos o mejora de los programas relativos a los sistemas electrónicos de facturación, entre otros.

Si el gasto farmacéutico finalmente superase la tasa de crecimiento del PIB nominal, que el Ministerio de Hacienda sitúa en un 3,4 por ciento, las compensaciones de la industria al Estado serán monetarias. No obstante, todas estos mecanismos tendrán que establecerse en una Comisión de Seguimiento que tendría que haberse reunido por primera vez, tal y como establece el acuerdo, antes del cinco de diciembre.

Sin embargo, los últimos resultados electorales ponen entre interrogantes la puesta en práctica de este acuerdo. La falta de mayoría del Partido Popular, única formación política a favor del pacto, para formar Gobierno, hace que este pacto pueda quedarse en papel mojado.

PSOE, Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida han asegurado durante la campaña electoral que si son suyas las responsabilidades de gobierno el pacto rubricado por el Ministerio de Sanidad, Hacienda y Farmaindustria se romperá. Desde el principal partido de la oposición el rechazo siempre ha sido constante. “Hemos dicho en su momento que ese es un acuerdo inoportuno por hacerse con las cortes ya disueltas y además está vacío de contenido. A nosotros no nos vincula nada de lo hecho por el PP en materia farmaceutica y ese acuerdo tampoco nos vincula”, aseguraba días antes de las elecciones José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad del PSOE.

Podemos, tercera fuerza política en votos, también rechazaba de plano la rúbrica entre patronal y ministerio. “Nosotros estamos totalmente en contra y lo derogaríamos si tenemos responsabilidades de gobierno. Es un pacto que responde a los intereses de los lobbies de presión y no a los ciudadanos”, explicaba Javier Padilla, coordinador de Sanidad de la formación liderada por Pablo Iglesias. Ciudadanos, cuarta fuerza, también se mostró dudoso.

El acuerdo firmado incluye
el adelanto de 200 millones
de libras previstos para
los ejercicios de 2017 y 2018

Desde que en 2014 se acordó el PPRS, la industria ha aportado aproximadamente un billón de libras al NHS