FRANCISCO ROSA Madrid | viernes, 26 de septiembre de 2014 h |

El grupo alemán Merck es conocido mundialmente por ser la compañía químico-farmacéutica más antigua del mundo, dado que comenzó su actividad en 1668. Casi cuatro siglos después, sigue siendo un referente dentro de los ámbitos en los que comenzó su andadura, aunque ha ampliado su foco y ahora se divide en cuatro unidades de negocio. Una de ellas está orientada a ofrecer productos, servicios y soluciones a investigadores y productores en él ámbito de las ciencias biológicas. Y es esta unidad, bautizada como Millipore, la que se verá reforzada con la compra de Sigma-Aldrich.

En total, según confirmaron las compañías implicadas, la alemana hará un desembolso de unos 13.100 millones de euros para quedarse con todas las acciones de esta multinacional con sede en Sant Louis (Misuri), cuyos accionistas se llevarán un premium del 37 por ciento con respecto del valor que los títulos registraban el pasado 19 de septiembre (recibirán 140 dólares por acción, frente a los 102 que marcaban las acciones de Sigma-Aldrich el citado día).

Con esta compra, Merck absorbe a una compañía que facturó más de 2.700 millones de dólares en 2013, y cuyas ventas no han parado de crecer desde 2009. En cuanto a los beneficios obtenidos por Sigma-Aldrich, estos también han mantenido un crecimiento sostenido en los últimos cinco años. Concretamente, alcanzaron los 491 millones de dólares en el ejercicio 2013.

Por áreas, la que más le aporta es la de Research, que ofrece productos, servicios y soluciones para laboratorios de investigación, principalmente públicos y universitarios (un 50 por ciento del total), aunque también privados, con la industria farmacéutica como principal cliente. Esta división facturó más de 1.400 millones de dólares el pasado año, por delante de los 629 millones que generó la unidad de Applied, proveedora de materias primas y soluciones para el desarrollo de test diagnósticos y otras aplicaciones industriales; y de SAFC Commercial Sales, que obtuvo una cifra de negocio de 673 millones y está especializada en ofrecer productos y servicios de apoyo a la fabricación de productos biológicos, principalmente (un ejemplo son los medios para el cultivo celular).

Como explicaba Merck en su comunicado, la combinación de las dos compañías servirá para reforzar la actividad y la rentabilidad que viene consiguiendo Merck Millipore, que facturó 2.627 millones de euros en 2013 (un 1,1 por ciento más que en 2012), cifra que representa el 25 por ciento de la cifra de negocio de todo el grupo. Entre las dos compañías podrán poner más de 300.000 productos al servicio de los fabricantes e investigadores en el campo de las ciencias biológicas. Para el CEO de Merck, Karl-Ludwig Kley, “la integración puede ser muy positiva en un sector que está creciendo y que está sujeto a nuevos retos, derivados de las crecientes necesidades de los clientes que se mueven en este mercado, los cuales demandan soluciones más globales”.

Más concretamente, pensando en los beneficios directos para Merck Millipore, Kley hizo mención a la fuerte presencia de Sigma-Aldrich en el mercado norteamericano, en el que la alemana solo tiene a día de hoy el 27 por ciento de su negocio como proveedor de soluciones para investigadores y fabricantes. “Pensamos que estamos infrarrepresentados en Estados Unidos, donde Sigma-Aldrich es un actor relevante, por lo que esta operación nos ayudará a que nuestros productos y servicios puedan penetrar más fácilmente en este mercado, que es clave para nosotros. Además de eso, juntos seremos más fuertes también en el mercado asiático”.

Planes en el ámbito farmacéutico

Dicho esto, el máximo responsable ejecutivo del grupo alemán despejó dudas sobre la importancia que el negocio farmacéutico va a seguir jugando en el futuro de la compañía. “Esto no quiere decir que vayamos a reducir esfuerzos en el área pharma. Mantenemos un fuerte compromiso en este ámbito, en el que hemos tenido una evolución lineal gracias a nuestro actual porftolio, y en el que, como ya hemos anunciado, estamos buscando distintas fórmulas para seguir desarrollando nuestro pipeline”, explicó.

A este respecto, cabe destacar que, durante una conferencia con inversores celebraba el pasado 18 de septiembre, los responsables de la compañía hicieron mención a algunos de los principales candidatos para el desarrollo clínico en las áreas de inmunología, oncología e inmuno-oncología. Así, además de los datos clínicos sobre atacicept y las perspectivas en torno a TH-302, salieron a relucir los progresos realizados con su nuevo anti-PD-L1, con el que parece que Merck prefiere compartir riesgos.

“Si bien estamos avanzando con rapidez en nuestros programas internos, estamos buscando al mejor socio posible para el desarrollo y la comercialización de nuestro compuesto a nivel mundial”, apuntó Stefan Oschmann, CEO del negocio Pharma (que engloba Merck Serono, Consumer Health, Allergopharma y Biosimilares), puesto en el que será sustituido por la española Belén Garijo a partir del 1 de enero de 2015. Y añadió: “actualmente estamos en negociaciones avanzadas con los principales actores en el campo de la oncología y nuestro objetivo es llegar a un acuerdo a finales de este año.”

Así, si todo sale bien y llegan a buen puerto los proyectos que la compañía tiene en marcha en las áreas terapéuticas anteriormente citadas, y dados los ajustes estructurales que el grupo alemán ya ha aplicado en el área farmacéutica en estos últimos años, se espera que concretamente Merck Serono “pueda volver a crecer en positivo desde 2016 en adelante”, señaló la actual CEO de esta unidad, Belén Garijo.

Biosimilares

Junto al incremento de los ingresos que pueda obtenerse del lanzamiento de nuevas moléculas, la compañía ha decidido también hacer una apuesta estratégica para desarrollar y comercializar medicamentos biosimilares. En este sentido, se dio a conocer durante la conferencia un plan de inversiones que rondará los 100 millones a lo largo del presente ejercicio, a los que se añadirán entre 130 y 150 millones adicionales en 2015, en función de los datos de un estudio fase I que tienen en marcha. Además, iniciarán entre dos y cinco ensayos fase III entre 2015 y 2016.

Merck quiere convertirse en un actor de referencia en este mercado y que está buscando nuevos socios, más allá de los acuerdos que tiene con la india Dr. Reddy y la brasileña Bionovis.