MARCOS GARCÍA Madrid | viernes, 09 de octubre de 2015 h |

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el 50 por ciento de las ventas de medicamentos que se efectúan en el planeta a través internet corresponden a falsificaciones. Esta realidad no es sólo un problema de salud pública de primer orden, sino que además tiene una vertiente económica de considerable impacto, ya que las compañías de la industria farmacéutica pierden miles de millones de euros con este delito.

España es uno de los primeros países del mundo en tratar de poner coto a este negociado al ser el segundo estado del mundo —tras Guinea— en ratificar la Convención Medicrime. Por lo que el nuestro es un país pionero en la lucha contra el mercado de la falsificación de fármacos y productos sanitarios. Se estima que entre los años 2005 y 2010 este mercado ilícito generó unos 57.000 millones de euros, aunque no hay estadísticas fiables sobre el número de medicamentos falsificados que llegan a los consumidores.

La Convención Medicrime es un tratado penal internacional auspiciado por el Consejo de Europa que tiene como principal objetivo luchar contra la falsificación de productos sanitarios y delitos similares que supongan amenazas a la salud pública. Para ello tipifica como delito no sólo la fabricación de productos médicos falsificados, sino el suministro y tráfico de falsificaciones, la suplantación de documentación y la distribución de fármacos no autorizados.

Medicrime fue presentada en Moscú en 2011 y se invitó a todos los países del Consejo de Europa y estados observadores a firmarlo y ratificarlo en sus leyes. Hasta la fecha tan sólo 24 estados de los 47 del Consejo y los ocho observadores han firmado el tratado. Aún menos son los países que no sólo lo han firmado, sino que lo han ratificado y asumido como propio en su ordenamiento jurídico. Tan sólo cinco países han asimilado el tratado y por lo tanto asumen que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2016. Este es el caso de España que es el primer estado miembro de la Unión Europa (UE) que lo ratificó en 2013. También lo han hecho, aunque más tarde, Hungría — el otro estado de la UE que ha asumido Medicrime —, Ucrania, Moldavia y Guinea.

Es sorprendente que otras naciones de la UE con una industria farmacéutica potente no hayan incorporado aún como propio los compromisos que estipula Medicrime. El co-secretario del Comité Europeo para los Problemas Criminales del Consejo de Europa, Oscar Alarcón, aseguraba a EG que “España es pionera porque es un país muy receptivo a la labor que realiza el Consejo de Europa en lo referente a salud. En cambio, Alemania y Reino Unido tienen sus propios ritmos. Francia iba a ratificar el convenio Medicrime, pero ha modificado toda su legislación interna tras los atentados del Charlie Hebdo, que han basculado la agenda política francesa y lo ha paralizado. Italia sí que está a favor del convenio, pero no sabemos el porqué de la dilación en su aprobación”.

Penas de cárcel

La principal consecuencia que tiene la Medicrime es que tipifica penas de cárcel de hasta cuatro años de privación de libertad para los implicados en estos delitos. Una carga punitiva que hasta la fecha no era común para este tipo de faltas. La importancia de esta nueva reglamentación que ya está incluida en el nuevo código penal español, aprobado en julio de 2015, está en que la irrupción de internet como medio de compra y venta de productos hace más difícil la detección de fármacos falsificados. De hecho, las autoridades aduaneras de la UE confirman que las ventas de medicamentos a través de Internet han aumentado, y que casi el 69% de los artículos incautados en tráfico postal eran fármacos.

Además, Medicrime cuenta con el respaldo unánime de todas las patronales e instituciones relacionadas con el sector como Efpia, EGA, Ifpma, Phrma, IGBA y GPhA. De hecho, Elise Melon, Manager IP and Trade de Efpia aseguró a EG que “en muchos países hoy en día, las sanciones para la fabricación y la venta de medicamentos falsificados están lejos de ser lo suficientemente disuasivas. Los productos falsificados pueden contener principios activos equivocados, dosis erróneas y sustancias nocivas que pueden dar lugar a resistencia a los fármacos, más enfermedad, discapacidad o incluso la muerte. Es un asunto lucrativo para algunos, pero que pone en peligro la vida de los pacientes”.

En la misma línea se expresó Sergio Napolitano, Legal Affairs and Trade Director de la EGA quien destacó que “Medicrime proporcionará un instrumento internacional vinculante en la lucha contra los medicamentos falsificados. Como el primer artículo de la Convención especifica, los fármacos falsificados representan una verdadera amenaza para la salud pública. Los medicamentos falsificados representan una cuestión clave, especialmente en los países en desarrollo. Este tratado estimula la cooperación internacional y animamos a tantos países como sea posible para que firmen y ratifiquen”.

Más allá del apoyo explicito de todas las patronales farmacéuticas europeas la principal organización empresarial española se mostró rotunda en su apoyo al tratado y en su lucha contra las falsificaciones. “La postura de la industria farmacéutica innovadora ante las falsificaciones es tolerancia cero. Cualquier iniciativa que empiece a caminar en este sentido es bienvenida”, aseguraba a EG Iciar Sanz de Madrid, directora del Departamento de Internacional de Farmaindustria. Además, la patronal innovadora saludó la medida y alabó el trabajo de las autoridades y de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) al asegurar que este hecho “demuestra que España y las autoridades sanitarias españolas son muy sensibles y permeables respecto a la falsificación de medicamentos. No solo se demuestra en el hecho de que se firme y se ratifique el Medicrime, sino en los esfuerzos que se hacen en el ámbito europeo. De hecho, la Aemps lidera el grupo de trabajo de falsificados en la UE. Con lo cual están muy sensibilizados”, asegura Sanz de Madrid. Por último, desde Farmaindusrtria celebran Medicrime y piden la equiparación de este delito con otros con mayores penas. “Se requiere una armonización en el ámbito de la legislación penal internacional. Nosotros llevamos desde hace muchísimo tiempo pidiendo asemejar estos actos criminales con los de narcotráfico. Hasta ahora la fabricación y comercialización de medicamentos quedaba prácticamente impune. Ya iba siendo hora de que se penalice”, aseguró.