Antonio Nieto Director de El Global | viernes, 08 de abril de 2016 h |

Continuando con el vodevil parlamentario y viendo que en el Congreso de los Diputados se han reanudado las representaciones, qué menos que dedicarle unas pocas líneas a tan magno acontecimiento. A la espera de la renovación del pacto PSOE-Ciudadanos que anunciaron hace un par semanas y del que nada se ha sabido, el documento de la semana ha sido el de Podemos. La formación que tan rectamente dirige Pablo Iglesias ha suavizado sus exigencias de cara a conseguir llegar a acuerdos que permitan la formación de gobierno. Hasta aquí todo muy bien, pero es que queda menos de un mes para que el reloj electoral se vuelva a poner en marcha. Es evidente que esto se podría haber dicho hace ya unas pocas semanas. Pero bueno, el juego del poder es así y la representación parece que tiene que seguir unos tiempos y entreactos que nadie, salvo los propios implicados, parece entender. Eso debe ser lo de la priorización.En cualquier caso, de nuevo la sanidad se limita al copago. Una maniobra ya habitual que lo único que permite es desviar el foco de lo importante. Y lo importante es el déficit. Pero nadie dice qué va a pasar con la sanidad, si se va a ver afectada por recortes o no. O más bien, si se tiene un plan para la sanidad española. Porque más allá de los ajustes, no se puede plantear el modelo sanitario en base a criterios cortoplacistas únicamente. Hay que mirar más allá, decidir qué sanidad se quiere y apostar por ello.

El problema, como todo lo que está pasando hoy por hoy en España es que por no tener, no tenemos ni Gobierno. Y sin Gobierno no hay plan. Y sin plan, la sanidad vuelve a estar en el punto de mira. Cuando más debería crecer la inversión, más aumenta el peligro de nuevos recortes. Y sinceramente creo que no hay margen para más ajustes en sanidad. Y si los hay, va a ser a costa de la viabilidad del sector. Más allá de copago sí o copago no, hay que tomarse en serio a la sanidad. Y eso es precisamente lo que no está sucediendo en este momento, políticamente hablando, claro.

Más allá de copago sí o copago no, hay que tomarse más en serio la sanidad y eso no está pasando