| viernes, 13 de abril de 2012 h |

Visto el objetivo expuesto por el Gobierno de reducción del déficit público, este ha considerado que se hacía preciso complementar las diversas medidas recogidas en anteriores normas, y de ahí que el pasado 30 de marzo aprobase el Real Decreto-ley 12/2012, que incluye medidas en el ámbito del Impuesto sobre Sociedades. Un texto que, además de incluir la denominada ‘amnistía fiscal’, establece otra serie de actuaciones que, aunque no afectarían sensiblemente a los resultados, sí tienen incidencia en la gestión y tributación de las oficinas de farmacia.

En este sentido, cabe destacar que este RDL modifica temporalmente la aplicación de la amortización del fondo de comercio. ¿Qué significa esto para la farmacia? Que los porcentajes de amortización que se aplicaban hasta ahora, del 5 y el 7,5 por ciento para empresas de reducida dimensión, se han reducido para los ejercicios 2012 y 2013 al 1 y 1,5 por ciento, respectivamente. ¿Cómo se traduce esto? Que durante dos años el Gobierno impone un aumento de la presión fiscal a las farmacias.

Este aumento de la presión fiscal se traduciría en que durante los ejercicios 2012 y 2013 los farmacéuticos no se deducirían tanto en sus declaraciones, con lo que notarán más en sus bolsillos la carga impositiva. Eso sí, en ningún caso significa que estas se perdiesen, aunque sí se aumentaría el periodo de amortización del fondo de comercio.

¿Se trata de una especie de crédito fiscal al Gobierno a coste cero? “Podríamos decir que sí”, argumenta Félix Ángel Fernández, subdirector general de Farmaconsulting, compañía líder del mercado español de transacciones de farmacias. Y es que, realmente, a pesar de no perderse las deducciones sí se aplazan dos años sin recibir ningún tipo de interés.

Problemas de tesorería

Sin embargo, y a pesar de que esta ralentización de las deducciones no tendría que significar una pérdida económica para los farmacéuticos, más allá de la del interés que podrían generar, sí se convertirá en un problema para los farmacéuticos que tengan algún tipo de problema de tesorería. A este respecto, Fernández manifiesta que “es lógico que aquellos farmacéuticos que estén en ese caso tengan problemas”, aunque confía en que se puedan solucionar.