alberto cornejo Santander | viernes, 07 de junio de 2013 h |

Los diversos departamentos de la Guardia Civil implicados en la lucha contra el mercado fraudulento de medicamentos intervinieron en España en 2012 un total de 357.395 comprimidos de fármacos falsificados, alrededor de 13 kilos de productos o medicamentos comercializados de forma ilegal, y se localizaron 80 direcciones y foros en Internet donde se realizaban estas operaciones. Mientras, solo en Europa, a falta de conocer los datos del pasado ejercicio, se incautaron 27 millones de dosis falsificadas (un 23 por ciento del total de artículos falsos confiscados en el continente).

Esta abismal diferencia de cifras invitaría a dos reflexiones. La primera, más optimista, hablaría de que nuestro país parece estar protegido frente este mercado, como demostraría la menor aportación de España a los datos europeos. La otra, más pesimista, aludiría a que estas cifras nacionales hacen dudar sobre si se están empleando los medios necesarios dentro de nuestras fronteras contra este fraude. Los que viven el “día a día” de esta lucha optan por la primera, como es el caso del propio Director General de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de la Mesa, quien los califica como “francamente buenos”. También Jesús Gálvez, comandante jefe del Grupo de Investigación de la Unidad Central Operativa de este Cuerpo recuerda a EG que “el mercado ilícito de medicamentos es un problema global, por lo que no conviene centrarse en estadísticas particulares, y cuando acudimos a foros internacionales nos damos cuenta que España se encuentra en una buena posición, al contar con una cadena del medicamento muy fuerte y cerrada”.

Precisamente, España ha acogido el más reciente de estos foros. En concreto, la última reunión del Foro Permanente Internacional contra el Crimen Farmacéutico, celebrado del 4 al 7 de junio en Santander bajo la organización de la Guardia Civil. Este organismo, creado en 2000, integra a representantes de Interpol, de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Mundial de Aduanas, así como miembros de Fuerzas de Seguridad y organismos de los cinco continentes relacionados con la salud, los medicamentos y el dopaje. En estas reuniones “no hablamos de cifras, ya que somos conscientes de que es un problema global, pero sí compartimos experiencias sobre los modus operandi empleados en las actuaciones contra este fraude, buscamos cauces para la mejor colaboración o sentamos las bases para próximas operaciones conjuntas a nivel internacional”. Por ejemplo, las cinco operaciones llevadas a cabo a nivel mundial bajo la denominación ‘Pangea’ tuvieron su origen en anteriores reuniones de este foro.

Canales ilegales

Aunque Internet posibilita comprar ilegalmente medicamentos a cualquier parte del mundo (se rebelen luego como falsificaciones o no) Gálvez recuerda que “España no tiene un problema de presencia de falsificaciones en su sistema”. El principal problema es, por tanto, el aumento de los canales ilegales a disposición de la población para adquirir medicamentos sin la obligatoria prescripción”. Un ejemplo sería el dopaje, uno de los ‘males’ de España en este campo. “No solo está asociado al deporte profesional; también hay personas anónimas que adquieren ilícitamente anabolizantes para su consumo”, apunta.

Aunque en el ‘haber’ de España debe reflejarse la inexistente presencia de falsificaciones en su canal legal, también tiene importantes cuestiones a apuntar en su ‘debe’ respecto a la lucha contra este tráfico ilícito. En este sentido, las críticas apuntan a la legislación nacional y, en concreto, a las bajas penas que recaen contra los que practican estas operaciones. “El castigo penal no es tan duro como en otros países”, confirma Gálvez.

Esas bajas penas no solo animan a los delincuentes a continuar operando en este mercado, sino que también dificulta las labores de investigación por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. “Estas bajas penas hacen difícil que los jueces puedan ayudar a la investigación tomando medidas restrictivas de derechos fundamentales, como autorizar el registro de domicilios, intervenir comunicaciones, etc., ya que tienen la obligación de proporcionar las medidas de investigación a las penas que tendría el delito”, expone Gálvez. Cabe recordar que otra de las peticiones al respecto radica en equiparar las penas fijadas para el tráfico de medicamentos a las que implica el tráfico de drogas.

Últimas operaciones

Los representantes de la Guardia Civil participantes en el Foro Internacional contra el Crimen Farmacéutico celebrado en Santander aprovecharon el encuentro para presentar las últimas operaciones realizadas a nivel nacional contra este tráfico ilícito.

Así, una de las más recientes actuaciones emprendidas fue la ‘Operación Escudo’, que terminó con la detección de casi ochenta traficantes en toda España. El origen de esta operación se localizó en una botica de Cantabria, desde donde se desviaba del canal legal grandes cantidades de anabolizantes para su uso ilegal en gimnasios.

La falsificación de medicamentos es un problema que trae de cabeza a autoridades sanitarias y policiales internacionales. La lista de productos afectados por esta práctica parecía estar copada por fármacos contra la disfunción eréctil, de fertilidad o antipalúdicos, todos con una característica común: su difícil acceso sin prescripción médica mediante. Sin embargo, una noticia ha hecho saltar las alarmas, por inusitada. Los servicios aduaneros de Francia interceptaron recientemente en Le Havre más de un millón y medio de dosis falsas de ácido acetilsalicílico (sin copiar marca alguna) procedentes de China, en las que el principio activo fue sustituido por glucosa. Dicha operación supone un antes y un después. Y no solo por las cifras, ya que se trata de “la mayor intercepción de medicamentos falsos jamás realizada en la Unión Europea”, como indicó el ministro de Economía francés, Pierre Moscovici.

Lo novedoso es constatar cada vez con más frecuencia la presencia en la UE de falsificaciones de principios activos de ‘fácil’ alcance por el canal legal. Un fenómeno preocupante ya que “sólo puede responder a una delicada situación económica del futuro comprador que busca precios todavía más baratos de los que tienen estos medicamentos en el canal legal, donde son de relativa fácil accesibilidad”, indica Jesús Gálvez, comandante jefe de la Guardia Civil. Su Unidad de Fiscal y Fronteras de este Cuerpo también incautó el año pasado en el aeropuerto de Barajas (Madrid) miles de comprimidos falsos de medicamentos ‘comunes’, como antibióticos, dentro de la Operación ‘Pangea V’.

Fuentes de compañías que tienen en sus portafolios fármacos compuestos a base de ácido acetilsalicílico confirman a EG que, hasta ahora, “no” ha sido habitual que este fraude salpique a estos productos.