FRANCISCO ROSA Viena | viernes, 12 de diciembre de 2014 h |

“Actualmente, ya somos la mayor área en lo que tiene que ver con la inversión en investigación y la realización de ensayos clínicos dentro de Boehringer Ingelheim”. Así de orgulloso se despachó el responsable de Investigación Oncológica de la compañía, Norbert Kraut, durante el acto celebrado en el Reseach Center in Viena. Y es que, pese a que no se prevé que esta área terapéutica pueda desplazar a otras como respiratorio o diabetes en ventas, lo cierto es que la firma alemana ha hecho una apuesta seria por el cáncer de cara al futuro.

En la actualidad, son 10 los compuestos en desarrollo clínico, y otros cinco en fase preclínica, según indicó Kraut. Así, además de los estudios que hay en marcha para nuevas indicaciones con los ya conocidos Giotrif (afatinib) o Vargatef (nintedanib), hay también ensayos avanzados (fase III) von fármacos como volasertib, un inhibidor de la kinasa del ciclo celular dirigido contra la PLK1 (polo-like kinasa 1) que está siendo estudiado para la leucemia mieloide aguda cuyo lanzamiento no está previsto antes de 2016.

Junto a estos, los responsables de Boehringer hicieron referencia a un fase I con una inmunoterapia derivada del acuerdo con Cure Vac (compañía especializada en vacunas para cáncer de pulmón), estudios preclínicos con un regulador de la poptosis y un regulador de la epigenética de la expresión de los genes, así como algunas moléculas en fase de discovery que permiten a la compañía confiar en esta área de cara al futuro. Una confianza que se basa, por un lado, en las capacidades propias, y, por otro, en la gran cantidad de alianzas que está tejiendo el laboratorio alemán con instituciones académicas y con pequeñas compañías biotecnológicas, como ha sido el caso de Horizon Dicovery.

Muestra de esta tendencia que ha adoptado la compañía es, por ejemplo, su forma de relación con el Instituto de Patología Molecular (IMP) de la capital austriaca, al que financia sus investigaciones. Estas abarcan un espectro amplio, aunque hay algunas dirigidas al conocimiento de las enfermedades. Fruto de esta colaboración, por ejemplo, ha sido volasertib, dado que fue en las instalaciones del IMP donde se descubrieron los beneficios de la inhibición de la polo-like kinasa 1 para frenar la división celular e inducir a la muerte de las células cancerígenas.

Estrategia para la comercialización

Una vez conocidos algunos de los pormenores de la actividad investigadora de Boehringer Ingelheim en oncología, parece necesario hablar de mercado. ¿Qué esperanzas pone la compañía en esta área de cara a la reactivación del crecimiento de sus ventas? En este sentido, el máximo responsable de Oncología, Jörg Barth, asegura que la aportación de esta área el corto y medio plazo “seguirá por detrás de otras en las que la compañía lleva más tiempo rodando, como son respiratorio o diabetes”. “Su hegemonía solo puede venir con el paso del tiempo”, señala.

En este sentido, Barth tiene claro que Estados Unidos, como para casi todas las compañías, seguirá siendo el mayor mercado, “aunque en el caso de la oncología pensamos que ocupará en torno al 40 por ciento de nuestras ventas, no el 70 por ciento como ocurre en otras áreas como diabetes”.

Más allá de este país, fundamental para todas las firmas del sector, Boehringer cuenta con poder extender sus productos oncológicos hacia los países emergentes. Con la vista puesta en estos, el responsable de Oncología asegura que la estrategia pasa por “una política de precios que permita a los pacientes de estos países el acceso a los productos”. Una política que, por cierto, ya se ha desplegado en el caso de Giotrif, que ha sido aprobado en un total de 60 países, entre los que se encuentran algunos como Taiwán, México o la India.

Mención aparte merece Europa. Barth confirma “las complejas negociaciones para conseguir el acceso, lo cual está produciendo que discurra mucho tiempo desde que los fármacos son aprobados hasta que están disponibles para los pacientes”, algo que preocupa a la compañía con sede en Ingelheim. En el caso de España, concretamente, reconoce que ha habido una buena disposición a la negociación con Giotrif.

En cuanto a los nuevos modelos de pago por resultados, el representante de Boehringer se mostró pesimista “por la complejidad que conlleva su implementación”. Tanto es así, dice, que “muchos países han dado marcha atrás y han vuelto a los viejos descuentos”. Para él, estos modelos son “un sueño difícil de cumplir”.