FRANCISCO ROSA Madrid | viernes, 16 de enero de 2015 h |

El consejero delegado de Esteve, Albert Esteve, acudió la semana pasada al 33º Encuentro Anual de JP Morgan, en el que se reúnen los máximos exponentes de la industria HealthCare, para compartir con colegas e inversores la buena nueva relativa al acuerdo alcanzado con Mundipharma y Purdue (la primera opera en los mercados europeo y asiático, y la segunda en el norteamericano, aunque forman parte de la misma estructura empresarial) para el desarrollo y la comercialización de varios de los productos del pipeline de la firma española en el área de dolor.

Desde allí, atendió a EG para corroborar la importancia que este acuerdo, por el que podrían llegar a percibir un total de 1.000 millones de dólares en función de hitos de desarrollo, registro y ventas, tiene para el futuro de la compañía. “Nuestra sostenibilidad futura depende principalmente de nuestra I+D. Este acuerdo, por tanto, es muy importante para nuestra sostenibilidad empresarial”, aseguró el CEO del laboratorio con sede en Barcelona.

Y es que, al menos hasta la fecha (no hay planes de cambiar al modelo de negocio a corto plazo), la actividad innovadora de Esteve tiene su culminación en la prueba de concepto. “Si tenemos éxito, como ha ocurrido con estas nuevas moléculas para el dolor, tenemos la obligación de encontrar un partner que tenga la estructura y las características para desarrollar la fase final, la de registro, así como una buena estructura comercial que permita optimizar el rendimiento del producto en el mercado”, prosigue.

Esto explica que la elección de Mundipharma no ha sido casual. Por un lado, la compañía “dispone de un importante know-how en dolor”, según Albert Esteve. Y esto es fundamental teniendo en cuenta que una de las principales moléculas que le traspasa la firma española, E-52862, es una nueva entidad química, primera en su clase dirigida al receptor Sigma-1.

Actualmente se encuentra en Fase II de investigación clínica y abarca múltiples indicaciones en el campo del dolor neuropático. “El hecho de que incluya un nuevo mecanismo de acción implica que todavía existen ciertos riesgos en el desarrollo de la investigación”, explica el CEO. Riesgos que, al fin y al cabo, deja de asumir Esteve.

Más allá de la capacidad de Mundipharma en el campo de la I+D, y de sus recursos para invertir en la fase final de la investigación, los responsables del laboratorio español valoran también su conocimiento y su posición en cuestión de acceso. “No es lo mismo que Esteve vaya solo a ver a la agencia regulatoria de Alemania, a ir de la mano de Mundipharma. No solo es cuestión de músculo financiero”, subraya.

Comercialización

En el caso de que se logre finalmente el registro de los productos, lo cual no será posible antes de 2018, según las estimaciones de Esteve, la española también podrá beneficiarse de la presencia comercial de Mundipharma y Purdue a nivel mundial. En este sentido, cabe destacar que esta última es, en palabras del CEO de Esteve, “líder en el área de dolor dentro del mercado estadounidense”. “Por su parte, Mundipharma tiene buena presencia en Europa y el mercado asiático, y además esperamos que nuestros productos puedan llegar a mercados como el australiano y el latinoamericano”, prosigue.

Esta cuestión, la de la comercialización, va a ser clave para los retornos que obtenga finalmente Esteve, ya que la mayor parte de los 1.000 millones de dólares que podría llegar a percibir está asociada a milestones por ventas y royalties. En todo caso, los ingresos que se perciban servirán para dar continuidad a sus programas de investigación, los cuales seguirán centrados, principalmente, en el área de dolor.

De momento, consideran que este es el mejor modelo para seguir desarrollando la compañía, la cual sigue cerrada a la entrada de capital. “La intención no es ni mucho menos la de abrir nuestro capital a inversores, ni financieros ni de la industria. Nuestra intención es la de mantenernos como compañía independiente”, concluyó Esteve.