Alberto Cornejo Madrid | viernes, 11 de septiembre de 2015 h |

El debate sobre la necesidad del farmacéutico —o no— de realizar formación adicional y acreditarse para la prestación de ciertos servicios profesionales en la botica, como los sistemas personalizados de dosificación, no es, ni mucho menos, nuevo. No obstante, ahora vuelve a salir a la palestra toda vez que la patronal farmacéutica nacional FEFE ha anunciado que impugnará el decreto el decreto 93/2015 publicado el pasado mes de mayo que regula los requisitos y el procedimiento para la dispensación de los SPD en las oficinas de farmacia regionales (siendo la primera región que reguló normativamente este servicio).

Tras este anuncio, recogido en la edición del pasado 27 de agosto del Boletín Oficial de Aragón, próximamente FEFE tendrá que formalizar el recurso ante el Tribunal Superior de Justicia aragonés. El motivo por el que FEFE llevará los SPD de Aragón a los tribunales es porque el decreto obliga a aquel farmacéutico que quiera prestar este servicio concertado con la Administración a la realización de un curso formativo previo de 20 horas para obtener la acreditación. “Entendemos que Aragón se ha excedido de sus competencias al obligar a la realización de un curso para acreditar una actividad para la que el farmacéutico ya está capacitado con su titulación y facultado por la Ley de Garantías”, indica a EG el asesor jurídico de la empresarial, Felipe Donesteve.

Desde FEFE se han manifestado en repetidas ocasiones contrarios a implantar más exigencias al boticario en el ofrecimiento de SPD, al estimar que si la Ley de Garantías faculta al farmacéutico para manipular y fabricar medicamentos (como las fórmulas magistrales), debe entenderse capacitado para distribuir en compartimentos dosis individualizadas de fármacos industriales. “Estamos a favor de la formación continuada, pero esta no debe entenderse como una retitulación”, indica Donesteve sobre las acreditaciones. Esta patronal no ha decidido aún si en la futura presentación del recurso se pedirá la suspensión cautelar de un decreto que, de facto, supondría la paralización del pilotaje que ya se está realizando en varios municipios.

Discrepancias

Desde los colegios farmacéuticos y sociedades científicas la visión es distinta. “Consideramos tan importante esa formación previa que nos vamos a presentar como codemandados junto a la Consejería”, confirma a EG Ramón Jordán, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza.

El presidente de los farmacéuticos zaragozanos lo justifica así: “En los estudios universitarios no se forma a los futuros farmacéuticos en la preparación de SPD ni deben entenderse como simplemente rellenar un pastillero; si queremos una farmacia asistencial, debemos promover los servicios estandarizados y protocolizados”. Además de recordar que son los propios farmacéuticos quienes se interesan por esta formación —”ya había más de 700 profesionales que se habían formado antes de la publicación del decreto”— incide en que la realización del curso “constituye una garantía para el paciente”.

Por su parte, Eduardo Satué, presidente de la delegación en Aragón de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac Aragón-Lifara) , también apunta que “en el Grado de Farmacia no se da formación para preparar SPD”, y que “la mayoría de países que tienen regulado este servicio obligan a la formación previa”. El representante de esta sociedad científica defiende que, sea cual sea el servicio profesional, “la capacitación y acreditación es el camino a seguir” y que, con la obligatoriedad de actividades formativas previas “se homogeniza la prestación del servicio”.

El debate sobre la formación y acreditación de nuevos servicios profesionales va camino de ser eterno. Al menos, lo será mientras las posturas en un mismo colectivo estén tan alejadas.