C. Ossorio Barcelona | viernes, 05 de octubre de 2012 h |

En la actualidad un 44 por ciento de los envases que se dispensan en las farmacias de Cataluña es de un medicamento genérico, lo que se traduce en un mercado que copa el 21,1 por ciento de la factura farmacéutica. Así lo explicó Antoni Gilabert, gerente de Atención Farmacéutica y Prestaciones Complementarias del Servicio Catalán de Salud (CatSalut), durante la celebración del Café de Redacción “El estado de los medicamentos genéricos en Cataluña”, enmarcado en una serie de encuentros organizados por el Grupo Contenidos que pretenden comparar esta cuestión en las principales comunidades, y que tuvo lugar en la sede del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona.

Gilabert defendió la actuación ambivalente de la Generalitat, de forma que “Cataluña ha seguido durante todos estos años una política activa del medicamento genérico, que ha permitido también seguir defendiendo la innovación farmacéutica y, por tanto, las marcas”. Partiendo de esta base, para él la preocupación principal no es tanto “el nombre del producto”, sino “la selección adecuada del tratamiento”. “Si estamos hablando de coste-efectividad, es evidente que los productos genéricos tienen un espacio tremendo y es lo que hemos estado fomentando”, afirmó.

En este sentido, Adolfo Herrera, director general de Teva, explicó la doble función del genérico, ya que “sin su aparición no habría sido posible el ahorro y no se podrían haber dedicado recursos a nuevos tratamientos”. A su juicio, este es el motivo por el que la industria del genérico y la innovadora son absolutamente complementarias. Ahora bien, insistió en el hecho de que “queda mucho camino por recorrer”, ya que países como Alemania, Holanda o Reino Unido los medicamentos genéricos tienen una penetración de entre el 60 y el 80 por ciento.

Con respecto a estas acciones de futuro en Cataluña reclamadas por Herrera para promover el crecimiento de esta penetración, Gilabert habló de “políticas muy indirectas”, que son las que “han dado mucho sentido en términos de racionalidad de la prescripción, de pagos basados en capital, en la cuantificación de los procesos, en la generación de benchmarking o en base a presupuestos máximos”. Según precisó, “las políticas indirectas acaban repercutiendo en estas cuotas de mercado que yo creo que son muy altas, del 44 por ciento”. En este sentido, descartó llegar a las cuotas existentes en otros países ya que cada molécula tiene “muchas más marcas que en otros países”.

A este respecto, Jordi Casas, vicetesorero del COF de Barcelona añadió que en Cataluña el genérico no se ha entendido como un fin en sí mismo, sino como un instrumento de sostenibilidad. De este modo, aseguró que respecto a las ventas de medicamentos a precio de genérico “estaríamos hablando de un 67 ó 68 por ciento ventas en unidades de especialidades a precio de referencia”. Y es que, según explicó, el efecto no solo incluiría los genéricos, “sino que las marcas han tenido que bajar precios para igualarse a precios de referencia, y también estarían incluidas dentro del análisis fármaco-económico dentro de este porcentaje”.

Sin embargo, Herrera puntualizó que el genérico es una herramienta que se debe incentivar para que pueda desarrollar su función. “Lo que se debe hacer es primarla para que realmente siga siendo útil, y que en el futuro las compañías sigamos desarrollando productos genéricos”. En este sentido, dijo que las compañías innovadoras saben que sus productos tienen un determinado ciclo de vida y “lo que no se puede hacer es alargarlo artificialmente”.

Si eso ocurre, continuó, “no se da la oportunidad de jugar a los genéricos, porque se igualan en precios y no existe ningún elemento distintivo entre el genérico y la marca”. Por tanto, Herrera pidió que se establezcan políticas activas para que el genérico “por sí mismo” no deje de tener racionalidad.

El efecto de la PPA

En este sentido, el director general de Teva expuso que en la mayoría de los países europeos lo que sí existe declaradamente “son políticas de prescripción por principio activo (PPA)”. Así, remarcó que en Cataluña, donde no se fomenta este modo de prescripción, las penetraciones de los lanzamientos en el tiempo están normalmente y durante unos meses “diez puntos porcentuales por debajo de la penetración de otras comunidades que llevan política implementada de PPA”.

En este sentido, se mantuvo firme en la defensa del modelo seguido hasta ahora. Gilabert consideró que hay que “convencer más que obligar” a los profesionales, y aseguró que en Cataluña han conseguido mejores resultados. De este modo, subrayó que, según los resultados de la última reunión de genéricos que se celebró, las comunidades con más implementación de PPA desde el RDL habían estancado su penetración de genéricos, mientras Cataluña continuó creciendo. También hizo hincapié en que la clave reside en la adecuada selección del tratamiento y en políticas de gestión eficiente de la prestación farmacéutica ya que lo “preocupante” es el posible desplazamiento hacia otros tratamientos más caros.

Bioapariencia

Además de los deslizamientos, otra de las cuestiones que preocupaban a los asistentes al café de redacción era la adherencia. En este sentido, al igual que en otras comunidades autónomas, el representante del colectivo médico puso encima de la mesa el problema de la bioapariencia. Gustavo Tolchinsky, vocal de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, señaló que en el colectivo médico aún persiste la preocupación por el tema de la bioapariencia y las equivalencias, tan dependientes de la interacción entre médico, paciente y farmacéutico.

Herrera aprovechó para explicar que en diversas ocasiones se encuentran con factores limitantes de las propias compañías innovadoras que patentan el aspecto físico exterior de los medicamentos. No obstante, y a pesar de que muchas compañías de genéricos, como Teva, tratan de parecerse y mejorar lo más posible al original, es una cuestión muy compleja por el amplio vademécum que manejan. “Buscamos constantemente la bioapariencia, pero también está ligado al número de desarrollos. No podemos tener 200 tipos de punzones para comprimidos diferentes para 200 productos distintos”, defendió.

En cualquier caso, según Casas, desde la introducción del genérico en España hace más de diez años, y sobre todo en los dos últimos años con las nuevas medidas, se ha avanzado mucho. En este sentido quiso destacar el papel de la farmacia a la hora de explicar al paciente la importancia de aceptar la prescripción y la dispensación de genéricos. “Al principio fue complicado, porque los pacientes llegaban a pensar que era hasta un cambio de principio activo, pero ahora ya entienden que no hay de qué preocuparse, y nosotros continuamos con la liberación de recursos que ha supuesto la entrada de los genéricos, que se aprovecha para otro tipo de innovaciones”.

Una de las cuestiones sobre las que se profundizó en este encuentro fue la convicción frente a la obligación de los profesionales en la prescripción. Como explicó Gustavo Tolchinsky, vocal del COM de Barcelona, lo primero depende de los liderazgos de otros profesionales que demuestren que se puede hacer una praxis que tiende a la excelencia y utilizar fármacos genéricos. “Pero excelencia e innovación son dos conceptos que van muy juntos, y muchos especialistas de la sanidad pública y privada tienen esta dualidad”, puntualizó.

Por su parte, Jordi Casas, del COF de Barcelona, matizó que, a pesar de los cambios relacionados con la bioapariencia, hay que asegurar la adherencia terapéutica. Mientras, Adolfo Herrera, director general de Teva, advirtió de que el 50 por ciento de falta de adherencia se debe a que el paciente no recibe toda la información por parte del médico y el farmacéutico. Según Antonio Gilabert, del CatSalut, en Cataluña se implicó a los profesionales en la prescripción de genéricos a partir de estándares de calidad de prescripción.

Antoni Gilabert

Gerente de AF del CatSalut. “En Cataluña apostamos por el genérico desde el primer momento. Hubo políticas directas de información a favor de estos medicamentos cuando fueran necesarias, incluso de incentivación directa. A partir de aquí, nuestras políticas han sido bastante indirectas, y creo que lo importante es buscar la mejor relación coste-efectividad y la máxima eficiencia. La PPA es importante, pero al final tiene que ser una prescripción basada en la eficiencia”.

Adolfo Herrera

Director general de Teva. “Existe el mito de que como consecuencia del genérico, hay un problema de adherencia, pero el origen del problema es diferente, sucede en ausencia de genéricos, y está relacionado con la información que el paciente recibe. El médico en la consulta tiene pocos minutos para informar, por ello, las oficinas de farmacia son el principal valedor en el tema del desarrollo del genérico”.

Gustavo Tolchinsky

Vocal del COMB. “Creo que lo importante es que el médico sienta la tranquilidad de que está trabajando con un producto de calidad, siempre que los fármacos que prescriba sean correctamente administrados. Pero sobre todo que el médico perciba una cierta libertad a la hora de poder elegir lo que es mejor para el paciente, y no tener la sensación constante de estar presionado por la Administración y por sistemas que intentan incentivar de manera demasiado agresiva”.

Jordi Casas

Vicetesorero del COFB. “Los mitos sobre los genéricos son algo residual, creo que ya nadie discute la importancia y el peso del genérico dentro del sistema sanitario. Me gustaría remarcar que el genérico en sí no es un fin en el sistema, sino que es una herramienta muy buena para ayudar a la sostenibilidad, siempre sin olvidar al paciente como parte fundamental en todos estos cambios. También destaco el papel del farmacéutico en el apoyo a las políticas y su labor educativa”.