J. V. Tenerife | viernes, 27 de mayo de 2016 h |

Se calcula que en nuestro país se producen más de 18.000 muertes prematuras al año asociadas a la no adherencia. Además, entre el 33 y el 69 por ciento de los ingresos hospitalarios debidos a la medicación tienen relación con una falta de cumplimiento de los tratamientos. Estos datos, sumados a que en España se calcula que los costes asociados suman 11.250 millones de euros anuales, ratifican que éste es un problema de salud pública que afecta negativamente tanto a la calidad de vida de los pacientes como a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Para hablar de esta cuestión tuvo lugar en el Parlamento canario el encuentro ‘La importancia de las nuevas tecnologías en la adherencia: beneficios para el paciente y ahorros para el Sistema Nacional de Salud’, organizado por la Fundación Salud 2000, bajo la batuta de María Teresa Cruz, presidenta de la Comisión de Sanidad, en el que se reunieron todos los grupos parlamentarios, a excepción de Podemos, para recabar el punto de vista de profesionales, pacientes e industria.

La Cámara insular tiene en los próximos meses tareas pendientes en materia sanitaria. Así, está tramitándose la aprobación del Plan de Salud, el Plan General de Urgencias y la Ley Sanitaria de la comunidad. En este contexto los portavoces de los grupos políticos de PSOE, PP, Coalición Canaria y Grupo Mixto, plantearon sus cuestiones y debatieron sobre la importancia del cumplimiento terapéutico con Sofía Quinteiro, pediatra endocrino del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Bernal, presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP) y Jenny Álvarez, del departamento médico de Merck.

Durante la misma, los diputados plantearon su disposición a incluir dentro del próximo Plan de Salud que se está debatiendo en el Parlamento, un apartado que se refiera a las medidas destinadas a avanzar en la adherencia terapéutica.

“Compartimos la necesidad de establecer estrategias de adherencia y la importancia de educar en salud”, aseveró Elena Luis, diputada de Coalición Canaria que hizo referencia a su vez a la ley de servicios sociales que también tendrá que contemplar esta cuestión dentro del abordaje sociosanitario de los pacientes crónicos.

Al respecto, el diputado popular, Guillermo Díaz Guerra, hizo su propuesta. “Estoy seguro de que todos los partidos vamos a estar de acuerdo en incluir una referencia expresa a que en la planificación de la salud de los próximos años y que las directrices que se marquen al Gobierno que tenga que ejecutar ese plan tenga referencias expresas a la adherencia terapéutica. Deberíamos proponer una enmienda conjunta en esta materia que abarcara las necesidades de recursos humanos y la importancia de incluir las nuevas tecnologías (NN.TT.) en el seguimiento de los pacientes”. Un planteamiento que fue bien recibido tanto por la representante de Coalición Canaria como por Melody Mendoza, del Grupo Mixto.

Durante el encuentro se puso de manifiesto cómo todos los actores del sistema sanitario deben colaborar para aportar soluciones. Así, a la reflexión del diputado socialista Marcos Hernández sobre si el profesional tiene las herramientas necesarias para poder solventar la falta de adherencia, Bernal puso el acento en que esta misión no debe recaer sólo en el médico sino que debe ser un equipo multidisciplinar donde enfermería y la farmacia hospitalaria y comunitaria tienen mucho que aportar, haciendo hincapié también en la responsabilidad del paciente. “Nuestra obligación es ser adherentes, así evitamos nuevos ingresos, complicaciones y generamos ahorro al sistema”, aseveró el presidente de la AGP recalcando que las decisiones políticas deben tomarse pensando también en la obtención de resultados a largo plazo.

En esta línea, Quinteiro señaló como la piedra angular el poco tiempo con el que cuenta el profesional en consulta para informar al paciente y destacó la necesidad de que se dote al sistema de recursos humanos, poniendo como ejemplo que, en el caso de la diabetes, debería haber una enfermera educadora por cada 100 pacientes, algo que redundaría en muchos menos ingresos hospitalarios.

Por su parte, Álvarez incidió en el compromiso de la industria farmacéutica con esta cuestión, que pasa por el desarrollo de nuevas formulaciones que reduzcan el número de dosis y faciliten la toma y por el desarrollo de dispositivos que posibiliten el control de la administración de esas dosis y provean al médico de una herramienta que le sirva para monitorizar si el paciente está cumpliendo adecuadamente con su tratamiento.

Al respecto la especialista puso el ejemplo del seguimiento de los trastornos del crecimiento, una consulta muy frecuente en pediatría y en la que es muy complicado diferenciar al paciente no respondedor del no cumplidor por lo que contar con una tecnología que da al especialista los datos de administración del fármaco permite monitorizar y dar seguimiento, lo que es fundamental para el ahorro en los sistemas sanitarios.

Como conclusión al encuentro se planteó la importancia de tener herramientas que puedan medir la falta de adherencia y los resultados en salud. De manera que la utilización de las nuevas tecnologías de la información debería considerarse como una inversión y no como un gasto y ser un elemento a tener en cuenta a la hora de introducir los diferentes fármacos dentro del SNS.