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Aunque sin obtener ningún beneficio con la ampliación de la jornada semanal en dos horas y media, los médicos castellano-leoneses han conseguido mantener sus condiciones laborales tanto en el horario de mañana como en las guardias —que se ponderarán en la jornada anual, reduciendo esta en función de su número— por lo que CESM ha firmado el pacto con la Consejería de Sanidad y ha desconvocado los 11 días de huelga previstos.
Según han determinado —y recogerá la normativa que se desarrolle en la Ley de Medidas Tributarias, Administrativas y Financieras aprobada por las Cortes regionales— la ampliación se definirá en cada uno de los centros y servicios de salud según sus particularidades y necesidades asistenciales y se tendrá en cuenta la participación de las comisiones mixtas en los hospitales y de los coordinadores de equipo en los centros de primaria. Además, Gobierno y sindicato se comprometen a abordar en un futuro el resto de peticiones, entre ellas el concurso de traslados o la carrera profesional.
También siguen en desacuerdo con esta medida los facultativos madrileños pese a haber dado su conformidad al borrador de resolución que la Administración les presentó el pasado 23 de febrero. Sin embargo, este apoyo está “condicionado” a que la consejería cumpla los compromisos adquiridos que, tal y como han explicado en rueda de prensa el secretario general del sindicato Amyts, Julián Ezquerra, y el presidente del Colegio de Médicos, Miguel García Alarilla, pasan por mantener el empleo de los médicos consolidando 2.600 plazas antes de fin de año —convocando las ofertas de empleo público (OPE) aprobadas en 2009 y terminando de desarrollar las del SUMMA 112 y las especialidades hospitalarias— y por renovar los contratos eventuales que finalizan el próximo 31 de marzo.
En cuanto a los residentes, Sanidad se ha comprometido a que el incremento del horario sólo afecte en un 25 por ciento a su tiempo asistencial, a mantener en 24 horas las guardias de los sábados y a desarrollar a nivel técnico, en colaboración con ellos y los tutores, el real decreto formativo aprobado en 2008. Ezquerra explica que han pensado en el bien común de la profesión por encima del individual, salvaguardando el empleo médico y garantizando la asistencia, aunque estarán vigilantes en la comisión de seguimiento.
Por el contrario, la Coordinadora de Equipos de Atención Primaria de Madrid ha expresado su “enérgico rechazo” a un acuerdo que, aseguran, sí supondrá la pérdida de profesionales que no serán contratados para hacer suplencias o sustituciones y traerá consigo un “claro empeoramiento” de sus condiciones y una disminución de la calidad. Por ello, han hecho un llamamiento a los sindicatos que no han firmado el pacto
—CC.OO., UGT y CESIT-UP—a mantener e incrementar las movilizaciones para defender las mejores condiciones del personal de AP.
También el sindicato médico de Murcia ha llegado a un “principio de acuerdo” con la Administración sanitaria en la mesa sectorial para que la ampliación de la jornada no se aplique por las tardes y no afecte a la atención continuada, de forma que tampoco haya diferencias entre primaria y especializada, cumpliendo con el exceso de horas los sábados. Bajo estas condiciones, los médicos de CESM han aceptado el planteamiento y han dado por finalizado el conflicto, así como su intención de emprender acciones de protesta, incluida la convocatoria de una huelga a corto plazo.
Próximos paros
Por el contrario, el sindicato médico de Castilla-La Mancha ha anunciado próximas concentraciones y un posible paro de facultativos pues estos sufrirán una pérdida retributiva y de derechos laborales “mucho mayor” en términos absolutos y relativos que la del resto de colectivos sanitarios por lo que, aunque muchos de sus afiliados secundaron la huelga auspiciada por otras organizaciones sindicales el pasado 29 de febrero, recalcan que su problemática es específica.
Los profesionales sanitarios vascos también han mostrado su indignación por la supresión de tres complementos retributivos que venían percibiendo determinados colectivos, sobre todo los médicos, y cuyo fundamento legal, según la Dirección del Servicio Vasco de Salud, había sido cuestionado por un informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP), una opinión rechazada de plano por las centrales sindicales que reconocen que “hasta ahora” nunca se había puesto en tela de juicio.
Tal y como les ha anunciado Osakidetza en la mesa sectorial de Sanidad, entre los complementos que se suspenderán se encuentra la conocida como “amplia agenda” —se abona cuando un médico, dentro de su horario de trabajo, atiende a pacientes que no son del cupo que tiene asignado— y el que cubre la realización de determinados cometidos fuera de la jornada laboral de siete horas diarias para completar el horario anual pactado.
Por su parte, los médicos del Instituto Catalán de la Salud (ICS) han denunciado la “doble penalización” salarial por la que perderán 3.700 euros tras los recortes en la partida de los presupuestos de la Generalitat para este año, junto con la rebaja del 3 por ciento en la paga extraordinaria de junio de todos los funcionarios y el aumento del IRPF del Gobierno central. Además, según los cálculos del sindicato Metges de Cataluña, la reducción salarial de las retribuciones que perciben en concepto del complemento de productividad variable será del 50 por ciento, un “maltrato” y “encarnizamiento” con los profesionales que no afecta al resto de trabajadores públicos de la Administración catalana.
