ALBERTO Cornejo Madrid | miércoles, 21 de octubre de 2015 h |

¿Ha encontrado ya España el modelo perfecto para la gestión y acceso a las innovaciones sanitarias? De momento, ‘la están peinando’, como reza el dicho popular. Así se puede extraer de las opiniones de los expertos y representantes políticos que participaron en una mesa dedicada a esta cuestión en el marco del ‘XIV Aula Bayer’ celebrada este 20 de octubre en Madrid.

En la búsqueda de ese modelo, se han dado buenos pasos en su brazo clínico (mayor participación de los profesionales en la toma de decisiones, aceptación autonómica de los Índices de Posicionamiento Terapéutico, etc.) si bien el perfil económico es todavía mejorable. En concreto, las fórmulas o técnicas para la fijación del precio y financiación de las innovaciones sanitarias. No obstante, al margen de ese debate, Mercedes Martínez, consejera técnica de la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad, defendió en este encuentro que “en España se financian el 90 por ciento de las innovaciones”. La representante ministerial reconoció que “es posible que otros países sean más transparentes en sus decisiones sobre precios y financiación, pero no financian tanto como España”,

Asimismo, Martínez quiso destacar el “importante avance” que ha supuesto la mayor participación de las comunidades autónomas en la Comisión de Precios Ministerial (la representación es ejercida por dos regiones de forma rotatoria). Ahora bien, ¿es una participación efectiva? Ahí surgen ya las discrepancias. Jon Betolaza, director general de Farmacia de País Vasco, replicó que, “habría que preguntarles a las comunidades que ya han pasado por esta Comisión si su participación ha sido efectiva o tenida en cuenta”, en una negación velada. Betolaza también mostró sus dudas ante ciertos modelos de pago y/o reembolso ligados al acceso a las innovaciones, como los techos de gasto: “no atienden a la especial prevalencia que puede tener la patología en una determinada región; nos hemos encontrado con determinados techos de gasto que no se han podido llevar a la práctica”.

También otra de las participantes en esta mesa, la vocal de Hospitales del Consejo General de COF, Ana María Herranz, cuestionó: “¿qué lugar ocupa la prevalencia de una enfermedad en la fijación del precio de una innovación?”. Por su parte, Jaime Espín, profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública, fue un poco más allá en el debate al indicar que “si queremos poner precio a la I+D, primero habría que saber el coste de la I+D, y que se comunicase por parte de los laboratorios, en especial en el caso de los medicamentos huérfanos”.

Respecto a los Índices de Posicionamiento Terapéutico, Betolaza indicó en esta XIV Aula Bayer que “las comunidades autónomas estamos alineados con estos informes”, si bien considera que “no todos son igual de claros y concisos”, lo que obliga a decisiones adicionales en las Comisiones regionales y en los servicios de Farmacia. Por